Mañana, crítica

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Mañana
Lo pequeño es hermoso
Por Erick Estrada
Cinegarage

“Los políticos han dejado de reaccionar y las acciones han quedado en nuestras manos” es prácticamente la primera frase que Mañana, el documental de Cyril Dion y Mélanie Laurent lanza para marcar no solamente su desesperación ante una situación como la que vive el mundo ahora, sino ante el final de la civilización tal cual lo conocemos.

¿Las causas de ese final? Las conocemos y no. Las hemos visto y no. Se ha hablado de ellas y no. “Por eso decidimos hacer esta investigación” rematan Dion y Laurent.

Afortunadísimo inicio de una reflexión de fugaces dos horas en las que sin embargo y ante un posible contagio de la apatía de los políticos hacia quien ve esta película, era necesario dar una sacudida más, marcar distancia respecto otro tipo de reportajes que entran más en las teorías de la conspiración que en las realidades de un mundo que necesita(ba) cambiar para sobrevivir. Y eso, la premura, el vital cambio de rumbo es la cuerda floja en la que quien ve la película es obligado a caminar haciéndose no sólo la típica pregunta ante reflexiones como esta, un documental que habla de cambio climático pero también de catástrofes económicas y agrícolas (¿qué hago yo al respecto?), sino preguntándose cosas prácticamente inéditas ¿la catástrofe llegó ya?, ¿puede evitarse?, ¿debe evitarse?

Esa sacudida llega como bomba: “El derrumbe de nuestra civilización está en marcha y ocurre más rápido de lo que pensamos, incluídas las extinciones de otras especies, animales y no. El fin de la humanidad se ha filmado muchas veces, de muchas formas pero ¿dónde está el fin del mundo al que inevitablemente nos acercamos? Incluso el peor fin del mundo es fascinante para el cine.” Este documental, desde ahí, desde su inicio, se distancia de ese otro cine.

Y sin embargo, nada de catastrofista hay aquí. Muy en el estilo del estupendo libro de E. F. Schumacher “Lo pequeño es hermoso” (y repasando casi literalmente algunos apartados), este gran capítulo cinematográfico recoge casos reales tanto de la caída de la civilización como de la manera en que esa civilización se ha transformado para corregir localmente el rumbo.

Fascinante resulta el primer capítulo, centrado en la caída de Detroit convertida en un pueblo fantasma, su paso de la suicida monocultura industrial a su renacimiento ético, humano y sustentable en el que una ciudad a la que su país le ha dado la espalda comienza a cultivar su propia comida en sus propios espacios y con ellos también una nueva forma de verse a sí mismos.

No menos atractivos son los paseos por casos actuales que ponen cara a la ideología industrial y adoradora de los números en la que lo que no “produce” no es indispensable. Del llamado a la acción ciudadana en pequeños núcleos, a la agricultura urbana, a la permacultura, la agroenergía, la importancia de separar desechos (el reciclaje se da por hecho y ahora mismo casi no ayuda en nada), a la necesidad de dar la espalda a la idea de la acumulación, presentando a muchos la ecolonomía y después mostrar lo indispensable de decir basta al dinero virtual y lo necesario de impulsar una educación humana y creativa; desde ahí y hasta los ejemplos de que todo lo que planteaba Schumacher (y más) puede ser puesto en marcha y tener éxito (el prólogo a la última edición trata justo sobre ello), Mañana es una especie de lista de supervivencia para quien cuente con estar vivo dentro de 20 años… Veinte, no doscientos.

La urgencia del cambio, de la reconquista de derechos y del empoderamiento ciudadano ante la avaricia e ignorancia de políticos y magnates del siglo XXI, no está peleada con la amabilidad con que Dion y Laurent presentan esta investigación. Probablemente se trate de una nueva etapa en los documentales que evidencian que el fin está encima de nosotros, un nuevo temperamento en la exposición de datos ante la catástrofe inminente. Recordemos por ejemplo la jovialidad de trabajos similares en idea o por lo menos que pueden caminar en paralelo como Where to Invade Next? (EUA, 2015), de Michael Moore, recordado por cáustico y frontal y aquí dispuesto a un diálogo diferente en beneficio de todos.

Aceptándo este nuevo temperamento, sabiendo que la forma y el fondo están separados en pos del nuevo pensamiento que proponen, ni Where to Invade Next? ni Mañana son de ninguna manera una invitación a la reflexión, tampoco una advertencia o una lista jovial de casos que nos dicen que ya se trabaja en el cambio. Son por el contrario una convocatoria abierta a sumarse a ese cambio de rumbo y de filosofía, un grito melódico ante el fin del mundo que muy probablemente ya ocurrió. En consecuencia, deben ser tomados -especialmente Mañana– como una lista de supervivencia ante lo que ocurre ya y que estallará dentro de muy poco, mucho menos de lo que pensamos.

No olvidemos que “Lo pequeño es hermoso”, como libro, fue escrito como advertencia en los años sesenta, que sus vaticinios se hacen realidad día a día y que nadie hizo caso al llamado de Schumacher. Hoy es tarde y todo tiene que cambiar, todo tiene que empequeñecerse, comenzando con nuestros egos.

Mañana
(Demain, Francia, 2015)
Dirigen: Cyril Dion, Mélanie Laurent
Con: Charles Hervé-Gruyer, Bernard Lietaer, Michelle Long, Elango Rangaswamy
Guión: Cyril Dion
Fotografía: Alexandre Léglise
Duración: 118 min.

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