La maestra de kínder
De la obsesión al silencio loco
Por Erick Estrada
Cinegarage
Sacando del baúl de la autobiografía poemas y momentos propios, el director israelí Nadav Lapid elabora una narración estremecedora en la que la figura del Salieri y el pequeño Mozart se replica en una maestra de kinder que descubre que uno de sus alumnos más pequeños, Yoav, es capaz de componer poesía. Viendo al chico como un despunte de genialidad en medio de la superficialidad y el vacío de nuestro mundo, entre la admiración y el deseo de dotar de belleza al planeta, la maestra comienza una relación con Yoav que inevitablemente llega a lo enfermizo.
Incapaz de componer poesía como la que elabora Yoav, la maestra comienza apropiándose de alguno de los poemas para presumirlo y ponerlo a prueba en círculos de lectura, y pasa a auto convencerse de que su misión en la vida es guiar a este pequeño genio y conseguir que desarrolle su arte de la mejor manera, incluso a cambio de caramelos.
Entre esos temas centrales de la narración, Lapid regala momentos inquietantes y sobrecogedores envueltos en una fotografía bien cuidada y extremadamente fría, de luces blancas e invasivas, en donde incluso en los exteriores lo cálido del Sol se echa de menos. Entre esos aires congelantes en medio del desierto israelí, la maestra pasa del cuerpo desnudo de su marido al cuerpo inocente de Yoav en una inocente ducha escolar, al cuerpo desnudo de su profesor de poesía, quien sin querer detona el despegue final de esta maestra obsesionada ya con el arte de un pequeño genio destinado a perderse en un mundo superficial que desprecia a la poesía.
Reflexiones sobre la creación y sobre la ya casi imposibilidad de dotar al mundo de colores diferentes (lo que podría explicarnos la fotografía utilizada) y sobre lo fugaz del arte y de las memorias, con el cuarto plano roto infinidad de veces para retarnos a pensar, a tomar partido, mirándonos a los ojos sabiendo que buscamos colores cálidos en un mundo que los suprime, la película es ya en su segunda mitad un tobogán de intensidades muy distintas pero muy bien balanceadas: entre las dudas, las certezas, la inacción y la acción extrema.
El final brutal, contundente, desesperanzador, lanza al viento las cenizas de los poemas de Yoav y de su pequeña voz, un “Silencio loco” que en los créditos finales suena a toda caña en la sala del cine que apenas descubre todo lo que acaba de ocurrir.
La maestra de kínder
(Haganenet, Israel-Francia, 2014)
Dirige: Nadav Lapid
Actúan: Sarit Larry, Avi Shnaidman, Lior Raz, Jil Ben David
Guión: Nadav Lapid
Fotografía: Shai Goldman
Duración: 119 min.
