Cartas de Van Gogh.
Vincent el amador
Por Erick Estrada
Cinegarage
Un investigador llega al pueblo donde falleció el padre del arte moderno, Vincent van Gogh, para descifrar el misterio de la carta más famosa del pintor, la que escribió a su padre poco antes de suicidarse en la mayor de la pobrezas. Un investigador realizando ese trabajo es presentado ante nosotros como si hubiese sido pintado por Van Gogh, por su técnica peculiar y su manejo de las texturas y sabiendo que seguiremos a la figura no presente del pintor, veremos todo a través de una especie de filtro que nos deja imaginar cómo se veía este mundo a través de los ojos de Van Gogh y después nos deja apreciar con lujo de detalles una historia animada a partir del óleo.
Estamos entonces ante un prodigio técnico que hipnotiza y atrapa pero que sobre todo acaricia el ojo con propuestas que no se habían visto con este lujo de detalle. Lo ingrato del asunto es que estamos también ante un guión demasiado dialogado, mal equilibrado, anticlimático casi por necesidad (dentro de las biografías quizá la muerte más anticlimática de todas sea la del mejor pintor de todos los tiempos, Van Gogh), que nos somete a un proto documental de cabezas parlantes bellamente ejecutadas por las manos de decenas de artistas que trabajaron en la animación de esta película.
Más allá de renovar una lectura de la obra de Van Gogh y de su muerte, no exenta de misterio, envidias, conspiraciones y rapiña (hay que saber que el estudio de Van Gogh fue prácticamente saqueado tras su muerte), Loving Vincent (“el Vincent que te ama”) es un desplegado de los logros artísticos y técnicos del holandés aquí imitados diestramente, pero sobre todo de las posibilidades de la pintura, de su capacidad narrativa, del discurso de una pintura o, dicho de otro modo, de lo que cada uno de los cuadros nos cuenta cada vez que nos paramos frente a uno.
Loving Vincent es un llamado a reconsiderar la capacidad narrativa y de ensoñación de la pintura, su capacidad para absorber nuestra atención y propulsar imaginación y sueños. Es eso porque, a pesar de colocar ideas que pretenden despertar un interés más noir en los últimos días del pintor, narrados aquí desde la óptica de Armand Roulin (¿eran los conocidos de Van Gogh esos cuervos en el maizal que esperan ocultos la desaparición de espantapájaros?), la película no levanta el vuelo como lo hace la técnica con la que se nos presenta todo ello aquí.
Cartas de Van Gogh
(Loving Vincent, Reino Unido, Polonia, 2017)
Dirige: Dorota Kobiela, Hugh Welchman
Actúan: Aidan Turner, Eleanor Tomlinson, Chris O’Dowd, Saoirse Ronan
Guión: Jacek Dehnel, Dorota Kobiela, Hugh Welchman
Fotografía: Tristan Oliver, Lukasz Zal
Duración: 95 min.
