Guardianes de la galaxia vol. 2
Dos veces salvadores
Por Erick Estrada
Cinegarage
Habrá que decir sin temor a equivocarnos que el arranque del “Awsome Mix Vol. 2” depende por completo de la inercia que aún se revuelca por el planeta del famoso y aplaudido Vol.1 y habrá que recordar al mismo tiempo que ese Vol. 1 fue en gran parte exitoso por el hecho de haberse lanzado al espacio exterior sin ningún tipo de expectativas por parte del público, una apuesta que convirtió en ganador al juego multi referencial de James Gunn que aquí recoge esos frutos para poder apuntar bien y no disparar a la primera.
Es decir. Guardianes de la galaxia vol. 2 espera para su arranque sabiendo que es capaz de entregar el postre del Vol. 1 mientras corren sus créditos y mientras uno que otro rezagado encuentra su lugar en la sala.
¿Error de tempo? Sin duda. Esta nueva aventura en la que los famosos Guardianes de la galaxia tienen que salvar nuevamente al universo se ensimisma demasiado, confiando sin saberlo en que el público tiene la guardia baja, que sonreirá con el mínimo esfuerzo en lo que la historia se decide a caminar, algo que -para sus 136 minutos de duración- ocurre demasiado tarde.
¿Error garrafal? De ninguna manera. Así como la batalla inicial de sus personajes -quizá un poco más cáusticos que en la primera parte y esto no es de ninguna manera una queja- la película regala golosinas visuales que poco a poco afinan la mirada para un desenlace que incluso podríamos llamar arriesgado.
Sabedor del poder del encuadre IMAX James Gunn usa su larga introducción (demasiado elaborada para lo que en realidad nos va a contar), para hacer divagar el ojo por el poder de una pantalla diseñada para, claro, apantallarnos. Y en ese entretenimiento con un sentido del humor rugoso -aunque se echan de menos las multi referencias cinéfilas presentes en el Vol. 1- la película recula solamente para salir disparada hacia esos terrenos conocidos de narración desfachatada, irrespetuosa y viva.
Quizá por eso sorprende (de nuevo), la aparición en ritmo pausado de la verdadera historia de Guardianes de la galaxia vol. 2: el encuentro de Star Lord/Peter Quill con su padre. En esa historia su destino de hombre común lo llevará a enterarse de la verdadera identidad de su padre y -como en un Imperio Contraataca de serie B- a debatir con él en niveles que nunca imaginó, todo comenzando un un (literal) Ego Trip que a veces nos sabe a humor Monty Python (ese rebote multidimensional de los Guardianes lejos de Quill, ese viaje en el planeta Ego tan desconcertantemente orgánico e identificable a la vez), y otras a desvelo ácido de sábado por la mañana, a la droga curativa del fin de semana.
En este Imperio Contraataca de desenfado y antisolemnidad Gunn rescata a su favor cuanta cualidad pueda tener una secuela como esa: los giros fraternales, las auto referencias y los guiños a una primera parte que muchos se niegan a olvidar, el revestimiento de complejidad de una historia que sin embargo es gratificantemente lineal, todo para no apabullar ni sobreexplotar a una audiencia expuesta ya a las super producciones de temporada en pantallas IMAX que son de entrada sobredosis de información. De haber retorcido más su anécdota Gunn habría cometido el error de Zack Snyder que bajo las mismas circunstancias ahogó a su público en un turbio hoyo negro de saturaciones visuales e informativas que revolvieron un guión que debió ser mucho más delgado. Si alguien aprende las lecciones ese parece ser James Gunn.
Sin explosiones extra, sin querer tirar de más de la liga que ya ha acomodado (y probablemente sin correr mayores riesgos, como sí los corrió El imperio contraataca), Gunn malabarea con agilidad las hazañas de sus héroes para sugerir también una posición crítica ante el Ego político (¿necesitamos escribir el nombre del Ego político por excelencia?) y al resurgimiento del fascismo que éste impulsa aún sin proponérselo: esos dorados Soberanos con discursos de depuración racial e intelectual que saben a derechas como el más peligroso partido político europeo o, en caso peor, algún gobernante ignorante de este lado del universo; la idea central de ese ya malogrado Ego Trip que centra todo en su punto de vista castigando a cualquiera que tenga otro distinto.
Todo, sin embargo, envuelto en el aura viejo de los viejos conocidos que aquí, enfocado ya en su público infantil lanza sus reflexiones finales hacia la valoración de la amistad, hacia los valores familiares (no importa qué tipo de familia se tenga) y hacia la expresión libre de sentimientos, tan castigados todos, precisamente, por ideologías rebasadas como la del protofascismo que combate este grupo de vigías del universo.
De nuevo, el pequeño riesgo al final. Disfrazados con batallas en distintos planos primero para cerrar el círculo con su pelea introductoria y después para explotar de nuevo los tiempos y las capas visuales del ahora ya famoso Imperio contraataca, y siendo probablemente el único riesgo que Gunn corre en este “Awsome Mix Tape Vol.2” están los últimos 20 minutos que construyen pausadamente su “momento Cat Stevens” (esto es un Awsome Mix Tape, no lo olviden): un final agridulce que demuestra, de nuevo, que la vulnerabilidad de los personajes es un elemento que debemos rescatar, cuidar, valorar y, sobre todo, apreciar cuando alguien lo explota en una historia que parece saber menos pero que tampoco quería empalagar.
Guardianes de la galaxia vol. 2
(Guardians of the Galaxy vol. 2, EUA, 2017)
Dirige: James Gunn
Actúan: Chris Pratt, Karen Gillan, Vin Diesel, Zoe Saldana
Guión: James Gunn
Fotografía: Henry Braham
Duración: 136 min.
