La habitación, crítica. Película de la semana

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La habitación
Edipo encerrado
Por Erick Estrada
Cinegarage

Este espacio es tu mundo. Lo que no se ve aquí, en este espacio, no es real. Edipo es real. El dinero no se ve y aunque dicen que está en este espacio –que es tu mundo- no es real. ¿O lo es?

¿Qué hay más allá de las cuatro paredes en que se mueve una madre y su pequeño hijo en un encierro que gracias al manejo de tiempos y de diálogos (tan banales como absorbentes, tan aparentemente intrascendentes como fundamentales) parece el resultado de una desgracia nuclear que ha dejado al mundo con algunos sobrevivientes que viven gracias al sacrificio de alguien que sale a recolectar lo necesario para sobrevivir y regresa cada tanto a entregarlo a este mundo interior de dos personas, este mini jardín del Edén en el que Edipo puede comenzar a llamarse Adán o viceversa? No hay nada.

Después, el latigazo que nos expulsa del Edén. La muestra de que esta habitación es parte de un castigo cruel y que en realidad esta mujer ha sido secuestrada años atrás, algunos más de los que su hijo acaba de cumplir aquí, soplando una vela sin que nadie sino su madre pueda acompañarlo. La descripción onírica que se volvió postapocalíptica se ha transformado en una película policiaca que, nuevamente, exprimiendo lo mejor de las crueles coreografías en que estos dos únicos personajes se mueven (Brie Larson es el eje para ello y para todo lo que ocurrirá después, la estupenda Brie Larson) parece que se nos cuenta en reversa en un ya de por sí mundo del revés en el que lo de afuera no existe aunque en realidad es lo que está dentro de esta habitación lo que ha dejado de estar para el mundo exterior, que es gigantesco.

Con este jugueteo de fueras de foco, de escondites dentro del escondite que ayudan a este niño salvaje y loco a la vez a escapar de la intermitente presencia de un macho dominante que usa su fuerza para extender lo más que se pueda este castigo cruel, Room comienza sin embargo su apunte real, uno que va hacia la crítica de las ya muy deshechas relaciones intrafamiliares en una figura de familia rebasada y arcaica. Comunicando la sensación de la autobiografía Lenny Abrahamson le traspasa a las discusiones dentro de esta situación extrema la mecánica y la dolorosa (por repetitiva) sensación de las discusiones comunes de una familia “tradicional”: las discusiones parecen las de un matrimonio en destrucción y le presentan a un naturalmente débil hijo único los temores del cambio de su mundo, aunque ese mundo se encoja a las cuatro paredes en que lo hemos visto todo este tiempo.

Después, un cambio de rumbo brutal, como el de un nacimiento que saca del útero materno a este chico para depositarlo después en el útero opresoprotector de la minúscula habitación y llevarlo más tarde a un nacimiento aún más extremo que lo deja débil, confundido y fuera de mundo en el reino de los machos alfa, de seres gigantes que el creía eran parte de la fantasía fuera de su habitación.

Poco después, ese apunte de crítica a las estructuras familiares y exigiendo cada vez más del trabajo de Brie Larson que debe maltratar a su personaje aún más de lo que suponemos ha sido, la película abre los ojos a un mundo exterior, en el que el espacio se multiplica y deja de ser nuetro, en el que lo real está más allá de lo que vemos.

La película policiaca que se nos ha contado en reversa, de dentro hacia afuera, del útero hacia el mundo, habla ahora de la desilusión del mundo en que se aterriza, uno dominado por egos machistas e imperios de dinero, que nunca se ve pero que después de este segundo nacimiento muestra que es dueño de todo y de todos.

Y también Room es, desde otra perspectiva, la historia de un enamoramiento. El de la madre y su hijo y su pequeño mundo cercano y personal, en donde ellos dos, solos, funcionan a la perfección. La primera prueba es la separación elemental, el corte del cordón umbilical y después el llanto que llama la atención de los demás. Room ha marcado ese camino a la perfección y la historia de amor entre una madre y su hijo se distorsiona para separarlos y hacerles cuestionar la fidelidad de uno por el otro.

El hijo pide a la madre el regreso a ese útero de cuatro paredes para confirmar lo que ambos ya saben, que acaban de dejar a Edipo encerrado y que él no ha salido detrás de ellos.

Room es sí, la historia policiaca contada en reversa pero también es la melancolía por el Edipo más inocente, uno que incluso es buscado y alimentado por la madre.

La habitación
(Room, Irlanda, 2015)
Dirige: Lenny Abrahamson
Actúan: Brie Larson, Jacob Tremblay, Megan Park, William H. Macy
Guión: Emma Donoghue
Fotografía: Danny Cohen
Duración 118 min.

Comment (1)

  1. Vì la pelìcula y este rollazo tremendo no le veo sentido…tocas algunos de sus aspectos pero te desvìas en suposiciones que solo tu ves…creo. Hay algo que se llama sìntesis…y despuès de sintetizar se hace un desglose menos rollero.

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