RMFF, las conclusiones

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Riviera Maya Film Festival
Las conclusiones
Por Erick Estrada
Cinegarage

Uno sabe que cuando los días no alcanzan para ver todo lo que un festival (del tipo que sea) ofrece es que estamos ante un calendario atractivo y cruel, como deben de ser todos los calendarios de todos los festivales. Mi memoria siempre me lleva a esos momentos de indecisión ante la oferta de las salas (en el caso de los festivales de cine) o de los escenarios (si hablamos de festivales musicales), momentos que se llenan de preguntas ante una u otra película, una u otra banda. Estuve poco tiempo en el recién nacido Riviera Maya Film Festival, muy poco tiempo por compromisos profesionales. Sin embargo, la sensación volvió y ahora sé que aún estando más días, tampoco habría alcanzado a ver todo lo que se me antojaba para la mañana, la tarde y la noche. Conclusión, es un festival bien programado: atractivo y cruel.

Si de algo se puede pecar, especialmente en estos días en que el cine de festivales ha abandonado al público para tratar de sorprender a jurados, es de presentar películas que simplemente no le interesan a la gente y es ahí donde el pecado debe ser cuestionado. ¿Se hace un festival para los jurados (que cambian cada año) o para el público de la ciudad sede (que madura y crece en el mismo sitio en que debe hacerlo el festival)? Según yo (y muchos opinan lo mismo) el festival, un festival, debe hacerse para la gente que irá creciendo con él. El Riviera Maya Film Festival no ignoró esta cuestión y entre ofertas realmente sólidas aunque poco populares (Johnnie To, Romain Gavras, Kim Ki-Duk) entregó otras más conocidas para los festivaleros medianamente experimentados (Mathieu Kassovitz, Takashi Miike, Wim Wenders, Michael Winterbottom) además de nombres que sin duda llevaron gente a las salas (Werner Herzog, Jose Álvarez, Julio Medem, Willem Dafoe). Voluntaria o involuntariamente (eso tendría que platicarlo con ellos, directivos y programadores) hay una inclinación hacia lo didáctico que debe agradecerse.

Tampoco quiero decir que sea el único en su tipo, pero esta cualidad destaca cuando sabemos que se trata de una primera edición y que esta casi coincide con otros festivales que se suponen mayores y mejor organizados y que simplemente no llenan las expectativas (creo que Guadalajara este año decepcionó justo por ello, por su selección). Si eso se convierte en el primer impulso del Riviera Maya Film Festival, con los ajustes necesarios para un mejor lucimiento (menos sedes quizá, centralizarlo un poco más probablemente), se pueden vaticinar más y mejores ediciones.

Por el otro lado solamente pude detectar las fricciones de siempre de parte de un sector de la prensa que siente que al cubrir un festival fuera de la capital merece atención de realeza y consideraciones que jamás exigirían a sus jefes directos. Hubo sí, algunos problemas de logística y faltó aceitar algunas cosas antes de arrancar, pero en realidad se podía trabajar haciendo el mismo esfuerzo que se hace en otros festivales de cine o incluso junkets dentro y fuera de México. Creo que quien se quejó desde el comienzo hasta el final de “la organización” no solamente desatendió sus obligaciones como medio sino que dieron la impresión de no haber estado jamás en otros festivales (de cine o no) y en presentaciones de películas, junkets, entrevistas, etc. Yo por mi parte no encontré ningún tipo de obstáculos (como se quejaron medios supuestamente especializados) sino todo lo contrario. Cinegarage trabajó cómodamente.

Para cerrar y recordando solamente algunos inconvenientes que sí me parecieron graves y que ya narré en los dos primeros reportes del festival (que pueden leer aquí y aquí), creo que independientemente del marco del festival (el clima y las vistas de Quintana Roo), la propuesta del mismo puede consolidarse en dos o tres años más: una programación fresca, alejada de pretenciones y lujos, un poco de desenfado en su desarrollo, salas cercanas unas a las otras y sobre todo, películas que convoquen a su púbico para que al extenderse, el Riviera Maya Film Festival deje de ser el festival y se convierta en su festival.

Agradecimiento personal a todos los encargados del departamento de prensa y relaciones públicas y en especial a Paula Chaurand, directora del festejo. ¿Se han fijado que los buenos festivales en México suelen tener a mujeres al frente?

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