Los placeres culpables no existen. Si una película nos gusta, nos gusta y ya no importa si muchos dicen que es mala o si alguien opina que es la pieza artística más aburrida en la historia del cine. El placer no debe hacernos sentir culpa.
Pero ¿qué es lo que nos provoca placer de una película? A veces se trata de que aparece en ella un monstruo gigante que nos lleva de regreso hasta la infancia. Otras veces puede ser una sola canción la que haga que un bodrio cinematográfico nos simpatice enormemente.
Puede ocurrir también que una película, sea la que sea, tenga onda, un algo indescriptible que la saque aunque sea por un momento del montón. Como ese novio secreto de la secundaria que era atractivo sin saber por qué artes.
De esas películas toca hablar hoy. De las que tienen onda en medio de fealdades o de pifias cinematográficas gigantescas. De esas películas tan malas que nos salvan la cabeza en una mañana de resaca o que de tan absurdas nos masajean el cerebro en una tarde después de una pésima jornada de trabajo.
Para elegir algunas (aunque en realidad fueron muchas) es que hicimos este podcast con uno de los más grandes amigos que tiene Cinegarage, Marcelo Lara, el Gerente, Burgerman, El señor de Los señores del blues rasposo, uno de los cinéfilos más grandes de este país.
Aquí pueden escuchar la segunda parte de este enorme podcast (es que los dos se lanzaron al chisme de películas).
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Esperamos sus opiniones.
