Loco fin de semana
¿Qué pasó aquí?
Por Erick Estrada
Cinegarage
No hay mucho a dónde moverse. Con Loco fin de semana entramos de lleno al colchón de la sexy comedia mexicana con sus peores vicios y algunas de sus cualidades aunque, dadas las circunstancias de esa sexy comedia mexicana desde entonces trasnochada antes que incorrecta (la corrección la concebimos décadas después), son cualidades resultado de casualidades y circunstancias fuera de su planeación.
Ahí mismo estamos, en una comedia que se mueve como quien juega con un papalote, sabiendo que el control no depende de uno pero que hay algo que parece otorgarlo: un delgado hilo prácticamente invisible. Así se siente la historia, sinopsis, rebote anecdótico que presenta este Loco sin locura fin eterno de semana desmantelada, con flashbacks dentro de flashbacks, con confusiones de situaciones y circunstancias internas, con demasiados trucos bajo la manga en el guión que antes que reflejar libertades creativas nos dejan pensando que alguien simplemente ligó lo ligable y se olvidó de cabos que dieran sentido y construyeran comedia.
No se trata, por supuesto, de armar una comedia perfecta y orgánica pero esos pecados herencia de las sexy comedias choriceras de los ochenta ganan terreno con una facilidad inexplicable aquí y en pleno 2019. Sin llegar al escandaloso personaje del mesero afeminadísimo (faltaba menos), sí están las estrellas extra cinematográficas en su papel de siempre aportando su grano de arena en el chiste no visual, en el gag casi escatológico (“El Diablito” y su inofensiva sesión fotográfica pervertida), la broma lanzada al aire con ese mesero melancólico, esos guaruras inexplicables, ese Príncipe que sólo sirve para llevarnos a la fiesta final que nunca revelará el enigma con el que supuestamente iniciamos la película: un Christian Vázquez en pelotas dentro de una patrulla chilanga.
La mecánica de esta película demandaba un acercamiento al ¿Qué pasó ayer? (EUA-Alemania, 2009) de Todd Phillips que igualmente se estrelló contra un muro en todas sus secuelas, pero el multi rumbo premeditadamente demencial del guión nos lleva de los encuadres al trasero femenino tan gratuitos como muy gratuitos, a una suerte de comedia romántica de “hombre idealista busca mujer que quiera a un hombre idealista”, para después virar a la historia de adolescentes obligados a armar una fiesta de la nada pero que en realidad son profesionistas maduros… quizá más maduros de lo que la propia película quisiera.
No hay discurso visual pues no hay ese acercamiento a la cruda en retroceso que sí ejecutó Phillips y ello se nota primordialmente en el casi evidente desencanto del montaje en medio de situaciones prácticamente aleatorias, que saltan de un lugar al otro, de un tiempo al otro con tal desparpajo que antes que preguntarnos ¿Qué pasó ayer? hacemos sin esfuerzo un poco de espacio para cuestionar ¿qué pasó aquí?
CONOCE MÁS. Esta es la crítica de Erick Estrada a la película La prima, dirigida por Víctor Ugalde.
Loco fin de semana
(México, 2019)
Dirige: Kristoff Raczynski
Actúan: Christian Vázquez, Oswaldo Zárate, Giovanna Romo, Juan Pablo Castañeda
Guión: Kristoff Raczynski
Fotografía: Rafael Sánchez
Duración 94 minutos.
