TIFF 2018. The Front Runner, crítica

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Crítica Cinegarage de Front Runner.
Los ángulos y el personaje
Por Erick Estrada
TIFF 2018

En un primer acercamiento podría parecer que The Front Runner es una película algo descontrolada. Un guion escrito por tres personas entre ellas un debutante (Jay Carson), el escritor del libro que ahora se adapta a la pantalla (Matt Bai) y el director de la película (Jason Reitman a quien parece hacerle mucho bien separarse de los guiones de Diablo Cody) que va y viene de un punto de vista a otro no promete mucho en los primeros minutos de la película.

En ese primer acercamiento nos enfrentamos a Gary Hart (bien entonado Hugh Jackman), el candidato presidencial que en 1988 lideraba todas las encuestas y se perfilaba desde muy temprano como el seguro ganador de las elecciones. Gary (no se trata de un estropeo, la película está basada en un hecho real) es fotografiado después en lo que parece ser un affair con una mujer que no es su esposa, un periódico lo publica en su plana frontal, eso se convierte en un escándalo y Hart, como ya lo sabemos, nunca se convierte en Presidente de los Estados Unidos.

The Front Runner tenía a todo ello como principal obstáculo pues de seguir de manera puntual la historia y mostrar cómo terminó la carrera política de Hart, caminaría peligrosamente cerca del terreno del recuento de los chismes e infidelidades y perdería la pequeña joya que tiene escondida.

Con un tono aparentemente desinteresado The Front Runner decide no hacer un recuento puntual de los hechos, sino usarlos como plataforma para provocar una reflexión final y que requiere que el recuento no sea únicamente la anécdota de Hart. Al optar por ello, de nuevo, The Front Runner podría parecer una película que divaga, algo caótica, pero no lo es. Jason Reitman usa a su extenso reparto para armar las esquinas de un hexágono (pentágono, o cuadrado, depende qué tan estrictos nos sintamos) que apuntan todas a lo que le ocurre a Hart y, sin complicarse mucho la vida (eso nos toca a nosotros), dar los puntos de vista de cada una de esas esquinas.

Así, The Front Runner coloca a Hart en el centro para después ir y venir entre lo que de él ve un periódico, lo que detectan sus asistentes, su esposa, él mismo, el periódico rival, los miembros de su partido. Y lo hace porque el interés de Reitman está detrás de todos estos puntos de vista y al ser nosotros los únicos que podemos verlos busca dejarnos pensar cómo esos casos pueden ser tratados por los medios (incluso los nuevos medios, las famosas redes sociales) y cómo ese trato puede provocar que un país entero deseche a su mejor candidato sin considerar las consecuencias (en esas elecciones Estados Unidos eligió a George H. W. Bush quien a la postre sería reelecto para gobernar al país por 8 años).

The Front Runner deja que esos puntos de vista se cocinen sin prisa, sus planos son largos pero agitados en su interior. Al hacer eso con cada una de las esquinas que quiere cubrir la película termina por generar cierto suspenso interno, surge una duda no sobre la solución del caso (todos la conocemos) sino por lo que ocurrirá con nosotros, pues somos el eje sobre el cual giran todos los puntos de vista.

No se trata de una reinvención del Rashomon (Japón, 1950) de Akira Kurosawa, sino una reutilización del enfoque moral que provoca narrar un hecho como este (en Rashomon se trata de un asesinato y aquí de un asesinato político) desde distintos ángulos (aquí presentados en paralelo): ¿Qué ocurrió en realidad? ¿Se perdió una oportunidad? ¿Es ético, cuestionable o válido usar datos de la vida personal de un político para cuestionarlo profesionalmente? ¿A quién benefició todo esto?

Reitman decide ir un poco más allá. En el tono que también es realista, sin usar la palabra “destino” en sus juicios -pudiendo dar a entender que todo el caso fue un asunto de mala suerte o de mal timing– mete nuevo ritmo a su película y al final, cuando las preguntas se hacen cada vez más incisivas (“El que un periódico serio haya usado un chisme para su primera plana no quiere decir que debemos hacerlo nosotros” se escucha por ahí), abre los poros de la cinta  para insinuar con el poder suficiente (pero nunca obvio) que este tipo de cuestionamientos a personas en la mirada pública se hace muchas veces con una saña poco inteligente, con fines nada prácticos… Para nadie.

¿Reitman y The Front Runner justifican la conducta de Hart? No. Pero tampoco están de acuerdo con la forma en que el caso se manejó en los medios y, por supuesto, está en discordancia con los medios que hoy hacen lo mismo con figuras incluso menos importantes. ¿Podría hoy pasarle a cualquiera? Sí. ¿Debatir sobre ello justifica la mala conducta de alguien, quien sea? No. Pero tampoco justifica que ahora los temas privados se manipulen de esa forma, sin debate de por medio.

Callada pero meticulosa esa es la reflexión (compleja) que The Front Runner deposita en nuestras mesas.

CONOCE MÁS. Después de esta crítica Cinegarage de Front Runner te presentamos el avance de Men, Women & Children, dirigida por Jason Reitman.

The Front Runner
(EUA, 2018)
Dirige: Jason Reitman
Actúan: Hugh Jackman, Vera Farmiga, J. K. Simmons, Alfred Molina
Guion: Matt Bai, Jay Carson, Jason Reitman
Fotografía:  Eric Steelberg
Duración: 113 minutos.

 

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