Mr. Pig
La reunión de las cosas
Por Erick Estrada
Cinegarage
Bajor perfil. Para contar una historia algo extravagante Diego Luna optó por un bajo perfil que afortunadamente lo aleja de las pretensiones del realismo mágico con que se suelen llenarse los huecos de historias como esta, quizá por falta de imaginación, quizá por facilitarse la manifestación de ideas y sentimientos que terminan siempre por ser condescendientes (como ocurre con el 90% de las historias acuñadas con realismo mágico).
Luna no. Para narrar la travesía de un hombre que sabe que ha agotado su futuro se decide por luces tenues que apoyará, sin embargo, en una actuación dotada de vitalidad intrínseca aunque para algunos parezca tibia. Al confiar plenamente en su actor protagónico (un Danny Glover de simpatía arrebatadora), Luna parece despojarse de los pesos que pudieron inclinar su película a algo menos introspectivo y que pudieron haberla convertido en una especie de road movie dulzón en el que este personaje casi terminado decide emprender un viaje a México acompañado solamente por su cerdo, el último que le queda y al que ha criado con tanto profesionalismo como amor. En lugar de ello lleva el viaje hacia dentro de su personaje y en una película sin arrebatos y sin luces falsas nos muestra el dolor que este hombre siente y que quizá sólo su cerdo (con él tenemos ya dosis suficiente de extravaganza y simbolismos) comprende.
De Estados Unidos a México este granjero resistente y en resistencia se demuestra poco a poco que lo que deja atrás es en verdad algo para dejar atrás: el acoso de los bancos que lo persiguen a uno incluso cuando no se les debe nada; el sistema capitalista que hace de la cría de cerdos algo nada natural; los núcleos familiares que se han transformado en casas de reflejos de egos y traumas; el dinero, que prácticamente regala a un policía tan típico que da miedo, y dinero que después rechaza negándose a vender a su compañero, con lo que también se niega un futuro de comodidades.
Tampoco hay que negarlo. La película habría agradecido una dosis mínima pero extra de imaginación visual y un montaje probablemente más propositivo, pero es de nuevo la actuación de Glover lo que hace olvidar estas carencias y la falta de respuestas de parte de la película.
¿Necesitamos esas respuestas? En realidad no. La travesía (además casi sin accidentes) que recorre este personaje, con todo y sus improbabilidades, acomoda muy bien los elementos que le dan sentido en el mismo bajo perfil en que se narra la historia completa. Este hombre, que ve reflejado en el cerdo que lo acompaña todo lo que sabe hacer, su pasado y probablemente aquello por lo que será recordado, está reuniendo todo lo que le importa mientras se deshace de todo lo que ya no quiere y contra lo que se resiste.
Mr. Pig se convierte entonces en un apagado discurso de resistencia, física, social, emocional, en el que un hombre reta al sistema (sabiendo que no ganará) reuniendo todo lo que quiere tener y que es, cosa curiosa, muy poco de lo que el sistema le ha dado.
Su herencia entonces será dejarnos todo lo que sabe hacer, su pasado, aquello por lo que será recordado y aquello que lo acompaña en este viaje largo y fuera de toda lógica.
Mr. Pig
(México, 2016)
Dirige: Diego Luna
Actúan: Danny Glover, Maya Rudolph, Joel Murray, Naian González Norvind
Guión: Diego Luna, Augusto Mendoza
Fotografía: Damián García
Duración: 100 min.
