Bajo nubes eléctricas
Stalin no era tan malo
Por Juan Pablo Villalobos
Cinegarage-FICUNAM
¿Cómo queda Rusia después de todos los desfiguros? La Rusia históricamente resguardada por praderas túndricas o cortinas de hierro convulsiona sola y aislada.
Y de pronto se asoma a un abismo posmoderno donde inmigrantes asiáticos se sienten tan alienados como los rusos mismos.
Ese andar sobre el filo del abismo es Bajo nubes eléctricas. Filme segmentado por 7 episodios que se entrelazan alrededor de una Rusia lechosa y difusa. Que todavía no se define hacia algún lado.
Un inmigrante chino, un par de hermanos que heredan una fortuna, un arquitecto que se siente tan perdido y difuso como el paisaje, un par de junkies anestesiados, una niña perdida y un ausente componen el despliegue abismal que se encadena hacia el fondo de la nada.
Los personajes y en general el cine alienante sigue propagándose en Europa, el espacio cinematográfico sea plano o profundo tiene la función de aislar. Sin embargo en este caso se hace de manera cadenciosa y excelsa. Así la alienación se disfruta y no asfixia tanto, al menos a los que estamos sentados en la butaca.
De una fotografía pálida ya dada por la constante presencia de niebla, la puesta en cámara se siente flotar de lado a lado, haciendo casi un montaje con los cambios de foco ya que no existe el contraplano, como si se hiciera a través de cortinillas que van de primer a segundo plano. La apuesta es descubrir y cubrir por capas ópticas la profundidad parca de ese paisaje mientras los personajes caminan con una cadencia pasmosa.
El paisaje no es abstracto sino explícitamente post-apocalíptico, playas erosionadas donde sólo queda lugar para exposiciones de arte moderno, ruinas de la antigua URSS y ruinas también del arte contemporáneo, vegetación nula, sin un horizonte dibujado, todo es una capa plana.
Bajo nubes eléctricas es la respuesta a las preguntas ingenuas que le hace una chica a uno de los personajes: “¿Qué prefieres Coca-Cola o Pepsi? ¿No tenían Coca-Cola en la URSS?” Y entonces descubrimos que el brinco hacía el abismo todavía no se da porque un pie permanece al filo de la tierra.
Los personajes que encontramos con más humanidad no hacen más que ser sarcásticos y pesimistas. Compran libros de filosofía, quieren gastar su fortuna en premios para jóvenes escritores y llegan a la conclusión de que Stalin no era tan malo como lo pintaban.
Y aunque el arquitecto con lastres destruya la publicidad unificada de la posmodernidad y el capitalismo, el paisaje nebuloso sigue allí asfixiándolos a todos.
Bajo nubes eléctricas
(Pod Elektricheskimi oblakami, Rusia-Ucrania-Polonia, 2015)
Dirige: Aleksey German
Actúan: Merab Ninidze, Chulpan Khamatova, Louis Franck, Viktoria Korotkova
Guión: Aleksey German
Fotografía: Sergey Mikhalchuk, Evgeniy Privin
Duración: 138 min.
