Only Lovers left Alive, crítica

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Only Lovers Left Alive
Vampiros sibaritas
Por Erick Estrada
Cinegarage

“Las mil y una noches”; Adán y Eva; el casi total abandono de Detroit; Fausto; Watson; Caligari; Dr. Strangelove (el de Kubrick, claro); círculos que atrapan sin dolor como los círculos de los vinilos, placenteros pero enteramente físicos; mucho rock, las adicciones o a la heroína o a la sangre humana; lo digital de Eva y lo completamente analógico de Adán, sus cables y su romanticismo; John Lennon y Yoko Ono; Motown y Stax; Jack White y el hecho que él es el séptimo hijo de su madre. De eso está compuesta Only Lovers Left Alive, la comedia negrísima y dura como el acero, vampírica y nocturna a morir de Jim Jarmusch.

En una historia sencillísima con aires de elegante decadencia, Jarmusch enreda a dos vampíros enamorados y a la vez irreconciliables (que se llaman Adán y Eva), dos seres que, más allá de darle la oportunidad de acercarse al género del terror, lo dejan divagar en una ciudad abandonada más parecida a las ruinas prehispánicas que a una ciudad industrial de Estados Unidos, y lanzar una serie de referencias literarias, musicales, cinematográficas, artísticas en diálogos tan cotidianos que podrían parecer banales.

La pareja (separada por el Océano Atlántico) siente necesidad de reunirse de nuevo en ese abandono industrial y al hacerlo saben que una pequeña desgracia aparecerá pronto. Ava, la hermana de Eva que referencia de arriba a abajo a una Janis Joplin luminosa pero destructiva, está por aparecer y provocar algo que desde ahora se sabe no estará bien.

Desde ahí, Jarmusch arma una comedia negra pedante y vaporosa, en la que la sangre sustituye a lo que en otro tono aquí serían drogas duras: Adán es músico y ha asistido y regalado inspiración propia a artistas que los humanos (y a los que estos vampiros llaman zombis) hoy consideramos superdotados.

Ellos beben sangre y como Renton en Trainspotting (Reino Unido, 1996) el color de los labios les cambia, la sonrisa los domina y un pequeño viaje inicia para llevarlos hasta la salida del Sol.

Si la comedia ácida y anticlimática de Jarmusch es pedante y vaporosa es, precisamente, porque los vampiros deben ser así. Jarmusch de hecho respeta los preceptos vampíricos pero sólo para jugar con ellos y para acelerar de repente el paso de sus personajes. Para él los vampiros son una especia de líderes creadores, guías ocultos de la humanidad en esta velada oda al artista, al creador, al creativo, a la sensualidad y al sibaritismo, ya sea sensorial o emocional, a los no-zombis.

Only Lovers Left Alive es también un regocijo en el azote, un re hermanamiento con la oscuridad real (la de Poe, Rimbaud, Baudelaire) y, claro, una comedia vampirica que está más cerca de La danza de los vampiros (EUA-Reino Unido, 1967) que de una película tradicional de terror. Encima de ello, una gran banda sonora y la música de SQÜRL, banda del propio Jarmusch.

Only Lovers Left Alive
(Alemania-EUA-Reino Unido-Francia-Chipre, 2013)
Dirige: Jim Jarmusch
Actúan: Tom HiddlestonTilda SwintonMia WasikowskaJohn Hurt
Guión: Jim Jarmusch
Fotografía: Yorick Le Saux
Duración: 123 min.

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