El sexo de los ángeles
La comedia romántica del falo
Por Erick Estrada
Cinegarage
Una pareja, chico y chica, se ve repentina y casi accidentalmente sacudida por la aparición de otro chico, una “bomba sexual” que ama la conquista, el escarceo de las nuevas relaciones. ¿El problema? Que la sacudida le llega primero al hombre de aquella pareja, a quien atrae casi vampíricamente a un juego sexual que hace que la chica -una fotógrafa en pleno ascenso- vea cómo su futuro con su novio peligra ante el experimento.
No hay que buscar mucho. Las respuestas ante una propuesta sexualmente abierta enfrentada a las conveciones burguesas las había dado ya un Pier Paolo Pasolini en su mejor forma a través de aquella obra maestra recordada como Teorema (Italia, 1968). Esas respuesta, por cierto, no eran nada luminosas, mucho menos alentadoras.
La propuesta de Xavier Villaverde despega del mismo punto pero desgraciadamente juega con personajes con mucho menos carácter y se refugia más en los techos de la comedia romántica limpia y ascéptica que en los de la experimentación. Nunca deja libres a los personajes, nunca hay un toque que quiera abrir fronteras (aunque se ve que él lo quiere) y en un marco tan limitado como el que la misma comedia romántica impone, las reacciones de sus personajes ante una fórmula tan explícita terminan siendo más conservadoras que trasgresoras.
Es decir, en lugar de que la prouesta cuestione las ataduras de una sociedad que prefiere el conservadurismo sexual pero que se refugia en la doble moral, a través de este extraño trángulo amoroso en el que ella acepta vivir (chico-chico-chica), se reproduce la dominación del falo del tercer elemento sobre los otros dos. No existe la propuesta (nunca) de un nuevo campo amoroso o de experimentación como lo propusiera incluso Bernardo Bertolucci en Los soñadores (Reino Unido-Francia-Italia, 2013). Aparece sin embargo un macho que domina sexualmente a otro que vive en confusión y somete a una mujer que ante el duelo de dos personas del mismo sexo opta antes por someterse que por intentar siquiera emparejarse al “intruso”.
No hablemos siquiera de la oportunidad desaprovechada de que la película profundice en la verdadera experimentación (según sus personajes “hay que ariesgar todo en esta vida”) en estos tiempos de apertura y pelea de derechos civiles para preferencias sexuales distintas a la “tradicional”. Pensemos por ejemplo que Teorema fue estrenada en 1968 y Los soñadores está ambientada en el mismo año, muy significativo en ambos aspectos, el civil y el sexual. El aspecto libertario, entonces, queda aquí fuera de alcance.
No hay apertura, no hay propuesta. Todo se queda en el campo del juego y eso, insisto, sabe tan retrógrado como sexista, a pesar del tono ligero, abierto, casi festivo de la película que, eso sí, encantará a quien vaya en busca de un cuento de amor “distinto” y ligero.
El sexo de los ángeles
(España-Brasil, 2012)
Dirige: Xavier Villaverde
Actúan: Astrid Bergès-Frisbey, Álvaro Cervantes, Llorenç González, Sonia Méndez
Guión: Ana Maroto
Fotografía: Sergi Gallardo
Duración: 105 min.
