The Bedridden Triptych
El dolor horizontal
Por Erick Estrada
Cinegarage/Distrital
La idea del primer mundo suele ser errónea, un autoengaño en el que los complejos de inferioridad (entre muchos otros) se reflejan para hacerse creer a uno mismo que hay algo mejor de lo que se tiene aquí y ahora, que alguien hizo las cosas mal (nunca nosotros) y que todos sufrimos las consecuencias. The Bedridden Triptych no quiere aclarar esa idea, no busca darnos una amarga rebanada de lo que se vive dentro de las paredes de “ciudades de primera” en un “país decente”. Simplemente habla de su mundo y de su gente con la cruel naturalidad del vecino cercano en distancia pero lejanísimo en sentimientos.
Tres historias de tres personas en cama; tres seres humanos que han decidido (antes o después de caer en cama para el resto de sus días) que ahí iba a terminar todo (o empezar en el caso de uno de ellos). Tres departamentos viciados y concentrados en el diminuto espacio de la cama. Tres retratos de quien pasa por la ventana y ve ese dolor entre santo y penitente acomodado ente las sábanas.
Lo interesante es que todo ocurre en lo que en países como el nuestro suele denominarse “primer mundo”, “ciudades decentes” y es ahí donde la reflexión alrededor de estos espíritus cautivos se multiplica, no sólo para pensar alrededor de la frialdad con que se retrata a estas personas, sino para preguntarnos dónde están las nuestras, detrás de qué paredes y en qué camas o en qué suelos y soñando qué locuras.
Tenemos entonces dos oportunidades de descrifar el mensaje de Deniz Eroglu. Primero el de los fantasmas locos postrados en camas, pregonando el amor a la oscuridad a través de discursos en luminosos laberintos mentales; después el de saber cuántos como estos personajes que se autogestan, se retiran “del escenario” o saltan al vacío para caer en una cama, hay en el mundo. Como humanidad, ¿de qué manera llegamos a eso? ¿Para qué?
The Bedridden Triptych es un fascinante y a la vez repelente viaje por estas mentes retiradas, entre monjiles y desaforadas, entre los montes de las sábanas perpetuamente arrugadas sobre las que transcurren los sueños prolongados y sus vidas (desde nuestra perspectiva) limitadas: el dolor horizontal de la cama como mundo. Uno que va de Haneke a Welles, del cine verdad al documental, de los monstruos de Polanski a las torturas de Tarkovsky, del VHS al HD.
Fascinante y cruel como sus personajes; sucio e iluminado como sus personajes; gélido y familiar como sus personajes. Este viaje con peste a naftalina y liberación, contradictorio y asesino, entre ficción y documental, vale la pena por todo ello, aunque las almas sensibles sufrirán más de un encontronazo. Y eso, señoras y señores, es bueno.
The Bedridden Triptych
Contentment, Self Gestation, Losing
(Dinamarca, 2012)
Dirige: Deniz Eroglu
Con: Jorgen Melskens, Morten Rose, Lene Storgaard, Maria Lacour
Guión: Deniz Eroglu
Fotografía: Brian Curt Petersen
Duración: 63 min.