Palabras mágicas, crítica. Película de la semana

0

Palabras mágicas
El encanto del conjuro
Por Erick Estrada
Cinegarage

Sandino. El hipnótico y eterno-retornante relato de Mercedes Moncada, comienza con Sandino. Sandino el luchador, Sandino el asesinado. “Sus cenizas se regaron en lo que era el basurero de Managua, el lago”. El lago es a partir de ahí uno de los símbolos de este relato que se muerde la cola aunque sus personajes quieren romper el círculo. Palabras mágicas suena a rezo, a oración religiosa y quizá por ello es que lo que narra (los pensamientos que cruzaban la cabeza de la propia Moncada al crecer y ver cambiar a la Nicaragua previa a la revolución sandinista, al triunfo de la misma y su desmoronamiento) se repite con rostros diferentes. No hay salida, no hay futuro. O peor, sí hay futuro pero se parece muchísimo a tu pasado.

Las imágenes son claras, el breve recorrido por las calles de la actualidad nicaragüense es más que ilustrador sobre las consecuencias de la revolución desbaratada; el ojo histórico es certero, pero son las metáforas visuales las que atrapan el ojo y la conciencia. De tan sutiles las imágenes parecen haber surgido por suerte pero no. Detrás hay ganas de contar la tristeza por esa revolución traicionada, enfrentadas con los colores y las voces de la Nicaragua de ahora.

Antes se jugaba béisbol, ahora se juega futbol en las calles de Managua. El gato débil y moribundo se pasea en un bosque de zopilotes gordos de comer basura, la misma que sale del lago en el que nadan las cenizas de Sandino a manera de recordatorio de que hay algo inconcluso ahí, en la ciudad, en el país. Las orillas que se presentaron despejadas y atractivas se enlodan y su fango se salpica de basura mientras la película avanza. Lo visual se yuxtapone mientras escuchamos la lista de infortunios que han caído en ese pueblo. El escándalo Irán-Contras. La callada complicidad de la Iglesia Católica, siempre del lado de las élites que nunca se han ido. El nuevo hombre que era Daniel Ortega y que terminó siendo igual a los anteriores.

Así, a golpe de metáforas visuales y de encuentros con la memoria, con una voz nostálgicamente enfadada, Mercedes Moncada deja que su película avance a un final tan abierto como el de una revolución atascada en el lodo abonado con las cenizas de sus héroes. Y todo acaba tranquilamente, sin voces que se se levanten pues todo está dicho. La revolución bellamente narrada por Moncada ha sido cruelmente traicionada y, terminando la película así, vemos que lo mismo le ha ocurrido a tantos otros pueblos, el mexicano incluido. El conjuro es universal y las palabras de este documental deben servir para comenzar el exorcismo.

Palabras mágicas (para romper un encantamiento)
(México, 2012
Dirige: Mercedes Moncada
Guión: Mercedes Moncada
Fotografía: Carlos F. Rossini, Leoncio Villarías
Músico: Leoncio Lara Bon
Duración: 82 min.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *