Mórbido Mérida 2

Mórbido Mérida 2
Primer plato fuerte
Por Erick Estrada
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Si se quiere una noche llena de gente en un festival hay que programar 2 trancazos y una película taquillera. Después de eso hay que decidir si la taquillera (sea buena o sea mala) va antes para provocar que las dos películas buenas hereden al público, en medio para protegerlas a las 3; o al final, para causar impacto independientemente de su calidad.

Esta tarde en el Teatro Armando Manzanero, los organizadores del festival Mórbido Mérida decidieron lo último, desproteger dos buenas propuestas y darle toda la atención a una película infinitamente menor pero que por nombre aseguraba, se le programara a la hora que se le programara, un lleno en la sala.

El primer plato fuerte real de este año en Mórbido, después de la grata función de Juan of the Dead el jueves, que contó con un aforo lleno, se sirvió con la proyección, primero, de Penumbra, la película de Adrián García Bogliano quien viene de recoger cuanto premio se le puso enfrente en el Fantastic Fest por su siguiente película, Ahí va el Diablo. La otra mitad de la oferta sólida de hoy fue Reacciones adversas, del director mexicano David Michán.

No sólo se trata de dos películas con mucha más idea del terror y del lenguaje audiovisual (si me apuran, de la gramática cinematográfica), sino que al contar con la presencia de ambos directores se aseguraba un ejercicio que todos los festivales deberían de tener: el del diálogo post película con el director del proyecto, algo que el público aprecia y agradece, especialmente en un festival tan local (por cuestiones geográficas) como este en Mérida.

A pesar de ello, Mórbido Mérida optó por acomodarlas en horarios más castigados (a las 4 y a las 6 de la tarde de un caluroso sábado, respectivamente) y usar la fama, mal ganada, de una película como El ciempiés humano 2 para atraer a un público igualmente amante del terror pero masificado en el gusto. Efectivamente, la expectativa era mayor y la fila para ver la secuela daba la vuelta a la esquina, pero las presencias de directores para presentar sus películas, deben o deberían ser valoradas, agradecidas y utilizadas, en este caso, para ofrecer mejores horarios a sus películas.

Jerarquizar las funciones debe ser una labor seria no solamente para dar personalidad y rostro a un festival sino para otros dos fines fundamentales Uno, agradecer la visita de directores invitados dando importancia a sus películas con mejores horarios o con galas (sumando que tanto Penunmbra como Reacciones adversas son mucho mejores propuestas que El Ciempiés humano 2); y, cumplir una función didáctica en la que una película sirva para atrer público y ese público se quede a ver propuestas más valiosas y que de paso aporten más al festival.

Hoy Mórbido Mérida hizo todo lo contrario. Gracias a la fidelidad de su público la afluencia fue buena pero justo al revés de como se hubiera hecho en un festival mejor jerarquizado. El festival debería agradecer esa fidelidad con ejercicios como el planteado y no abusar de ella (que fue el caso de hoy), probablemente sin darse cuenta.