Se7en
Los retorcidos sonidos de The Hearts Filthy Lessons envuelven la voz de David Bowie que llora con angustia las cien millas de infierno que se le vienen encima. Todo ocurre en los créditos finales de Se7en, después de observar una de las construcciones criminales más repelentes y al mismo tiempo hipnotizantes en la historia del cine.
John Doe, Juan Pérez, un hombre sin nombre levantó un castillo de locura que tras su discurso oficial muchos podrían decir que es justificada.
Se7en cuenta con un guion que después de experimentar los capítulos que construye David Fincher alrededor de este lluvioso infierno nos deja sin defensa, con dudas enormes sobre la bondad del ser humano o la certeza de que la humanidad se ha torcido irremediablemente.
Película estrafalaria, que busca nuestra descomposición, apenas el segundo largometraje de Fincher, Se7en es ahora un clásico del neo noir, un referente obligado del género policiaco, uno de los más grandes éxitos de taquilla en la historia del cine americano y probablemente la película que logró que David Fincher se decidiera a seguir filmando.Para hablar de ella invitamos a la escritora, editora, guionista y amiga de Cinegarage Gabriela Damián Miravete, quizá una de las fans más grandes de esta película.
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