Tras el paso de la exposición “Gaumont, desde que existe el cine” y la retrospectiva dedicada a esta icónica compañía cinematográfica, los Clásicos en pantalla grande regresan a Cineteca Nacional durante la segunda mitad del año con otro eje temático, dedicado en mayor parte al realizador estadounidense Billy Wilder.
De julio a noviembre, clásicos como Sabrina (1954), Una Eva y dos Adanes (Some Like It Hot, 1958), Pacto de sangre (Double Indemnity, 1944), Bésame tonto (Kiss Me, Stupid, 1964), El ocaso de una vida (Sunset Blvd., 1950) o Piso de soltero (The Apartment, 1960) llegarán a las pantallas de la Cineteca. Wilder es conocido como maestro de la comedia estadounidense, quien trabajó con actores y actrices de la talla de Audrey Hepburn, Marilyn Monroe, Tony Curtis, Shirley MacLaine o Jack Lemmon.
Esta segunda mitad del año en Clásicos en pantalla grande será complementada por títulos, también icónicos, como las tres partes de El padrino (The Godfather, 1972, 1974, 1990), de Francis Ford Coppola; Beso mortal (Kiss Me Deadly, 1955), de Robert Aldrich, y Kagemusha, la sombra del guerrero (Kagemusha, 1980), del maestro del cine japonés Akira Kurosawa.