Cannes 2015-8. Las últimas y nos vamos

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Cannes 2015-8
Las últimas y nos vamos
Por Aurélie Dupiré
Enviada
Cannes

Al momento en que les escribo solo falta por presentarse una última película en competencia oficial. Se trata de Macbeth, adaptación del clásico de Shakespeare por el cineasta Justin Kurzel y protagonizada por Marion Cotillard y Michael Fassbender quiénes llegan mañana a la croisette.

Hoy (y porque aquí procuraremos evitar los atajos periodísticos) no fue el “día de México en Cannes” pero simplemente el día en que se presentó el titulo 18 de los 19 en competencia, Chronic, cinta dirigida por Michel Franco (México D.F., 1979). Franco es uno de los “hijos de Cannes”, Daniel y Ana, su primer largometraje, historia de incesto forzado por unos secuestradores protagonizado por Marimar Vega y Darío Yazbek tuvo su estreno mundial en la Quinzaine des realisateurs. Tres años después (2012), su segundo largometraje Después de Lucía (oscuro relato de violación y abuso de una joven por sus compañeros de la prepa) se vio galardonada con el premio Un certain regard de las manos de Tim Roth entonces presidente del jurado y ahora protagonista de Chronic, cuarto largometraje de Franco, quien esta vez compite en la grande, la competencia oficial.

Michel Franco y Tim Roth (también director de cine de la excelente The War Zone) cuentan que desde su primer encuentro, nació el deseo de trabajar juntos. Esa alianza incluyó también a la actriz Nailea Norvind y a Gabriel Ripstein, realizador de 600 millas, mejor ópera prima en Berlín, producida por Franco y protagonizada por Roth. En el caso de Chronic Franco dirige, Ripstein produce, Norvind y Roth actúan. Pero donde Ripstein -de la mano de su cinematógrafo Alain Marcoen (fotógrafo de cabecera de los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenne)- realiza un primer largometraje nervioso con cámara en mano, Franco en colaboración con Yves Cape (cinefotórafo de Bruno Dumont) es fiel a su estilo. Puesta en escena posada, planos fijos, pocos emplazamientos de cámara.

Franco deja que sus personajes se muevan, se desnuden, se mientan y se reinventen en el cuadro que él estableció. David, el enfermero que interpreta Tim Roth, cuida de sus pacientes y se inventa una vida a su lado, una identidad a la medida, robada de su intimidad. Lo que impacta en Chronic es la tensión dramática que existe entre la quietud de la puesta en escena y la ebullición en la actuación de Tim Roth. Poco a poco vamos descubriendo más acerca del personaje de David, su familia, sus mentiras y su casi fascinación mórbida, la que esconde el luto que nunca supo hacer en su vida personal.

Franco es uno de los cineastas más hábiles para narrar y filmar la perversión y el misterio, tomar su tiempo y presentar a sus personajes de manera fragmentada, pero esta delicadeza que empeña en construir su castillo de naipes se esfuma con un final brutal y precipitado. Si bien los espectadores de la función de la mañana aplaudieron la primera realización en inglés del realizador mexicano y quedaron por lo general con un buen sabor de boca, creo que todos se vieron frustrados con los últimos momentos de la cinta.

Terminando la proyección de Chronic la atención de los festivaleros se desvió de nuevo hacia una película presentada fuera de competencia. Como varias veces durante la edición 68, en especial en el caso de la proyección de la animación IntensaMente (no la he podido ver, pero solo he escuchado excelentes comentarios) muchas buenas películas se hallaban fuera de la selección oficial. Con mucha emoción asistí a la premier mundial de El principito, adaptación de Mark Osborne (Kung Fu Panda, 2008) del cuento de Antoine de Saint-Exupery. Osborne toma la excelente decisión de integrar el cuento clásico dentro de un guión más complejo y más actual. Una niña, presionada por su madre que sueña con tener a la hija perfecta, descubre la magia y los sentimientos gracias a un viejo vecino chiflado quien le cuenta la historia del Principito.

Mark Osborne preserva intacta la poesía del cuento gracias a una animación en técnica cuadro por cuadro cuando vemos al Principito, la Rosa o el Zorro cobrar vida en la pantalla grande, en un estilo que recuerda visualmente a Wes Anderson y su Fantástico Sr. Fox (2009). Para la parte que narra la historia de la niña y su mundo tristemente moderno el director opta por la, ahora clásica, técnica de animación por computadora. Es gracias a este cambio de estilo dentro de la misma película, la perfecta narración en paralelo de dos infancias (la del Principito y la de la niña) y el respeto al texto original (tuve la suerte de ver la cinta en su versión francesa) que El Principito es una gran película que uno quiere compartir de inmediato.

Mañana será el último día de la competencia, por ahora no importan los resultados finales, entre bostezos y adrenalina me doy cuenta que no quiero que acabe la fiesta.

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