Casi treinta, crítica

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Casi treinta
La fuente de la eterna juventud
Por Erick Estrada
Cinegarage

Ver Casi treinta es una experiencia muy extraña. Por un lado tenemos, desde que la película se presenta, un tono indefinido por la entonación de un narrador poco convencido o de su papel o de la vida del mismo (Manuel Balbi disperso y monocromático). Después por el plano inicial neciamente mantenido en una conversación, que debería establecer nuestras afinidades a los personajes pero que se queda en un medium shot de inmensidades vacías. Luego viene la larga lista de quejas al universo soltadas a diestra y siniestra en un guión que suena expiatorio y peligrosamente personal (que no autibiográfico). La película se tambalea entonces tanto como los cambios de ritmo de su edición, poco integral, sin cocción (que no es lo mismo que cruda) y los cambios de rumbo que se impone para subrayar esos crujires y sentires de la lista de quejas que entrega, ¿quién más?, ese narrador poco convencido o de su papel o de la vida del mismo.

El resto es una vertiente de sinsentidos (¿una máquina de escribir? ¿una pelea multitudinaria en una fiesta de gente de casi 30?) puestos en pantalla con una gramática cinematografica torpe, burda, sin luces ni sombras, plana como la historia que pretende mostrarse profunda pero que se ahoga en las aguas bajas de sus conflictos sin explorar.

Olvidemos esos planos larguísimos que cuando el corte aparece nos lleva a fueras de foco gratuitos y vagos; planos largos (que evidencian una pereza de cámara no inaudita pero sí tristemente obvia) que también destiñen cualquier tono que se le hubiera querido dar a la película, ya sea el de comedia romántica, buddy movie (a veces parece que nos enfilarán a los paisajes de ¿Qué pasó ayer? -EUA, 2009-), o drama social. No nos fijemos en la lluvia de clichés arrojados con desgano a la historia, desde los que rodean al pretendido rock star de la pandilla (que alguien explique ese insert del atormentado músico cogiendo a la orilla de una mesa de billar que sale de la nada y a la nada nos lleva y que probablemente dure 5 segundos) hasta los clichés escenográficos con oficinas de diseño y prisiones estilo televisión de los setenta. No hagamos caso a los desconcertantes saltos en la continuidad que hacen pensar que han transcurrido días cuando en realidad sólo han pasado un par de horas. Que a nadie le importe que los personajes desfilen sin que nada de lo que hacen tenga consecuencias en lo que el desganado narrador nos cuenta (para cuando uno piensa que los personajes femeninos sobran la idea se materializa y desaparecen). No pongamos atención a ese ritmo maleducado que pretende crear secuencias de 15 segundos o conversaciones inútiles (el “plan de escape” que elaboran los personajes es desechado al día siguiente de ser aceptado por la mayoría) que divagan y se diluyen en diálogos que a veces son de una pobreza insultante y otras suenan engolados y falsos.

La película cuenta, después de todo ello, con el grave problema de contradecirse dentro de su propio planteamiento. La película batalla con sus propios personajes, atrapados en una crisis de los 30 que parece de los 40 (sólo Julio Beckor parece tener veintimuchos) y evidencia en la lista de quejas mencionada un entendimiento de la madurez ya muy rebasado. En el discurso de Alejandro Sugich (que escribe, dirige y produce) la juventud es la etapa dorada de la vida y la juventud se termina en los treinta sin posibilidad de ser recuperada. Ahí sacrifica para empezar la oportunidad de utilizar a dos actores que con una idea más actual y mejor trabajada pudieron darle vida (e incluso rabia contestataria) a la película: primero Mario Almada y después Gabriel Retes que con un par de frases y en apariciones que parecen más cameos, le dan al clavo en el tono que la película por sí sola no consigue nunca.

En ese discurso los personajes que van a cumplir 30 quieren llevar a cabo la rebelión ante los mecanismos sociales que debería realizarse a los 16 o 18 y busca ahí, inconcientemente, una perpertuación de la juventud e, increíblemente, un escape de la madurez a la que plantea como su contraparte. ¿Eso es grave? No necesariamente, pero sí sintomático cuando las comedias románticas, las buddy movies y los dramas sociales optan desde hace años por que esos dos polos, que aquí se ven como contrarios, se unan.

El resultado es la comunicación de una idea que resulta ya fuera de tiempo y en consecuencia inverosímil: que la libertad se pierde al crecer y que sólo depende del calendario. Es decir, el discurso se vuelve pro sistema cuando busca lo opuesto. Uno echa de menos tremendamente a la Gloria (Chile-España, 2013) de Sebastián Lelio.

El remate: la problemática que ha perseguido a nuestro divagante narrador se resuelve no sólo en el lapso de un año, sino sin esfuerzo ni trabajo de por medio, sólo con la voluntad y el deseo de lograrlo, sin sudar ni una sola gota. Ello ocurre además mientras los créditos finales corren ya en la pantalla. Menos mal que con sólo recordar los 6 minutos de Gabriel Retes uno tiene para llegar hasta allá.

Casi treinta
(México, 2013)
Dirige: Alejandro Sugich
Actúan: Manuel Balbi, Eiza González, Julio Bekhor, Adán Canto
Guión: Alejandro Sugich
Fotografía: Juan Bernardo Sánchez Mejía
Duración: 93 min.

Comments (10)

  1. Si bien estoy de acuerdo que tuvo mas fallas que aciertos la película, si fue muy entretenida.
    Esta crítica se dedico a hacerla pedazos sin investigar mucho sobre en dónde se desarrolló la película. Digo por la crítica sobre la escena de la pelea multitudinaria de hombres de 30 años y la celda, si bien se ve ridículo y vergonzoso, es una triste realidad de los sonorenses, si, se siguen peleando como chamacos a esa edad y si, sigue habiendo celdas en las que pasas solo la noche que se ven medievales.
    El director le atinó bastante a los que es la sociedad sonorense, con su toque de comedia.

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  2. Con todo respeto no se trata de apoyar por el sólo hecho de que se trata de una película mexicana o una ópera prima, el buen cine no tiene nacionalidad y se le debe apoyar como tal. Por desgracia esta película no tiene ni pies ni cabeza,, ahora resulta que si necesitamos un consejo de vida certero, hay que pedírselo a una chavita de 18 años, mentirosa, ebria y fácil porque ella si te dirá y guiará a través de la neta de la vida. Si la idea o mensaje era sigue tu sueño, con que hubieran puesto una imagen al comienzo que lo dijera lo entiendo y no pierdo dos horas de mi apreciable tiempo. El cine malo tampoco tiene nacionalidad y en esta ocasión le tocó a una película mexicana. Que lástima.

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  3. SOLO QUISIERA SABER POR QUÉ EIZA APARECE EN EL REPARTO, EN LAS FOTOS PUBLICITARIAS, ESTUVO EN LA PREMIER COMO LA GRAN PROTAGONISTA, Y SOLO SALE 40 SEG!!
    ME DA RISA QUE LA UTILICEN PARA PODER ACAPAR MÁS AUDIENCIA, PORQUE DESDE EL INICIO SABEN QUE LA PELÍCULA ES MALA Y POR SÍ SOLA NO VA A VENDER.
    “ANDREA”- LIVIA RANGEL, ES MÁS PROTAGONISTA E IMPORTANTE EN LA HISTORIA QUE EIZA, PERO COMO ES ACTRIZ NUEVA, NI SIQUIERA LA MENCIONAN… TRIZTE

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  4. no se debe apoyar el cine nacional malo, eso es inmoral. Debe ser la peor película que he visto en 10 años o más. Que alguien me devuelva mi dinero!!!

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  5. Esta critica me parece un tanto mal intencionada con fines que no me quedan muy claros. La pelicula me parecio en lo personal muy entretenida, y que por ser una Opera Prima y siendo un poco realistas, creo que el objetivo principal no es ganar el Oscar si no hacer que como publico pasemos un rato agradable con carcajadas y mensajes que al final solo nos incitan a perseguir nuestros sueños y dejar atras todo aquello que nos aleje de lograrlo. Dejemos de buscarle 3 pies al gato y apoyemos el cine mexicano, sobre todo a los nuevos talentos independientes. Mexico necesita mas jovenes con hambre de exito y ganas de salir adelante. Apoyemos a todo aquel que se anima!

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    • Andrea, también Sólo con tu pareja, Cronos, La mujer de Benjamín, Amores Perros fueron óperas primas, y todas lograron su cometido, ésto ni siquiera se les acerca

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  6. No se trata de apoyar por apoyar, si se apoyará a una producción nacional es porque sea muy buena, no sólo porque es “nacional” o “independiente”, se debe apoyar por ser buena… Y creo que esta dista de ello.

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  7. Concuerdo en algunos comentarios , pero difiero en la gran mayoria, definitivamente no es la mejor película mexicana , y posiblemente ni lo pretende su producción …. La cual por cierto es independiente y no puede comprar misericordia de la critica…… Es una película divertida …… Vamos apoyando al cine mexicano independiente …..,

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