Baja Film Festival 2013-A
La apertura
Por Erick Estrada (enviado)
Cinegarage
Existían muchas expectativas sobre esta segunda edición del Baja Film Festival. A pesar de la cálida aceptación que tuvo su primera edición el año pasado, varios ajustes en su engranaje de proyección y en la escaleta de programación quedaron pendientes. Al sumar eso a las exigencias naturales de un festival de cine que debe superarse a sí mismo y que debe reforzar su programación y proyección hacia el exterior, el Baja Film Fest tenía mucho trabajo por hacer.
Por lo que hasta el momento se ha detectado, los pendientes han quedado resueltos (las funciones se llevarán a cabo en una cadena exhibidora) o por lo menos se han hecho los ajustes necesarios. El segundo escalón, el de la exposición hacia el exterior, el de dejar que el nombre suene y sea juzgado -por lo menos desde lo que a nosotros respecta que es la programación- parece correr sobre rieles.
No se menciona esto solamente por una selección de películas que complementa muy bien lo que hemos podido revisar en 2013 en otros festivales. Por supuesto hay películas repetidas pero el nivel de la cosecha cinematográfica de este año convierte a esas “repeticiones” en oportunidades para no dejar pasar las apuestas de este año o de revisarlas en un contexto diferente con un público distinto. Desde esa perspectiva el Baja Film Fest corre desde ya con mucha suerte.
Se dice también, claro, por la selección de gente de cine que participa tanto en los talleres como en el jurado, en la cobertura e invitados.
La inauguración de anoche a cargo del director del Festival, Alonso Aguilar, estuvo dentro de los parámetros de lo normal y sin embargo dejó claras las intenciones del Baja Film Fest de comenzar a despegar y competir cabeza a cabeza por lo menos con el contendiente natural, de la misma edad pero en el extremo opuesto del territorio mexicano, el Riviera Maya Film Festival. Hemos de decir que por lo menos el espíritu que se detectó en el público asistente -la mayor parte de ellos habitantes de la California mexicana- muestra la mejor de las disposiciones para disfrutar de la apuesta en pantallas de su festival: una pequeña dosis de lo que en América del Norte (México, Estados Unidos y Canadá) se ha hecho muy recientemente.
Claro, la lista que aquí mismo dimos para revisar el Baja Film Fest es un primer arranque y pueden consultarla aquí. Agregaríamos a ella la gran película inaugural, Metegol de Juan José Campanella, una apuesta de cine de animación latinoamericano que deja claro que es el trabajo y la búsqueda de calidad lo que atraerá finalmente hacia nuestros terrenos un mundo que hasta ahora parece pertenecer exclusivamente a Estados Unidos.
Metegol es además una película que si bien está claramente enfocada al público infantil, busca también ajustarse al gusto adulto sin telones oscuros, dobles sentidos, bromas fuera de tono o enfoques que fracturen la narración. Apostando más por la inteligencia del público, Campanella habla de camaradería, de cooperación, de un escape del mundo empresarial que nos ahorca cada vez más y, extraña pero muy correctamente, de un pequeño universo en el que padres e hijos varones puedan convivir tranquilamente. Gran elección inaugural para un festival que se anuncia relajado y conciente de su propio tamaño, uno que buscará crecer (esperamos) paso a paso. De ahí que la lista de películas estrenadas sea en este caso corta pero atractiva, sin complicaciones.
Hoy comienza la carrera para ver todo lo que se pueda, pero en la mira están ya The Dirties, We Are The Best!, El charro misterioso, Blackfish y, claro, el estreno de la nueva película de Café Tacvba, El objeto antes llamado disco.
