El conjuro, crítica

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El conjuro
Otra de exorcismos
Por Erick Estrada
Cinegarage

Al rescate del espíritu maligno del cine de terror de los 70 hemos presenciado una camada de películas a veces con mejor puntería a veces mal intencionadas, que casi por reacción escapan de la manoseadísima fórmula que hizo de El proyecto de la bruja de Blair (EUA, 1999) todo un clásico y de Actividad paranormal (EUA, 2007) algo ya más cercano a la comedia.

Entre ellas está El conjuro, el intento de James Wan por dejarnos ahora sí satisfechos después del muy desinflado desenlace de Insidious (EUA-Canadá, 2010) y entrando de lleno a servir el menú de los amantes del verdadero cine de terror.

En El conjuro están todos los ingredientes que hoy, como convocados por la ouija, hacen que la memoria añore ambientes y escenarios tanto de El exorcista (EUA, 1973) como de La profecía (EUA-Reino Unido, 1976). Que los personajes de Carrie (EUA, 1976) y de ese primer Horror en Amityville (EUA, 1979) caminen entre nosotros pidiendo un poco de atención. Ocurría ya con el cine de super héroes, que se convirtió en algo tan vacío que hoy los directores buscan a guionistas con carga dramática para inyectarles vida. El terror ahora voltea a una de sus mejores etapas y a pesar de que no explora en el gore como lo hiciera The Evil Dead (EUA, 1981) en sus mejores momentos, o que tampoco se apropia el lenguaje pesadillesco de las aventuras más violentas de Freddy Krueger, sí que busca cimientos firmes, dirección y sustancia.

El conjuro lo hace, aunque quizá su pecado es que lo haga con demasiada conciencia: el sótano escondido, el piano polvoriento, el tirón en los pies, la luz que siempre parece poca, cientos de similitudes con El exorcista, dos historias que se unen en lo paranormal, el espíritu que acecha a la cazadora de fantasmas (y que en El exorcista regala un final tan desconcertante que es difícil describirlo en tan poco espacio), se atrofian en la obviedad de su manipulación.

Si se habla o menciona al supuesto espíritu maligno ahí está el efecto sonoro presente y repetido mecánicamente. Esa, precisamente, es la desconfianza que Wan tiene en su público y es quizá lo que provoque que, por ejemplo, el conductismo se haga tan presente que termina por desinflar su propia idea:

nombre maligno+efecto sonoro+nombre maligno+efecto sonoro x 100 = a más comedia que a terror

Se agradece sin embargo que como película que quiere beber de ese terror americano que hoy es leyenda use elementos indispensables en él como los espejos, las historias de terror de la infancia magnificadas en la pantalla (la muñeca poseída, el crayón que deja mensajes desconcertantes), la cámara que al inicio de la historia espera desde dentro de la casa a que los personajes entren (somos ahí los ojos del espíritu en cuestión y Wan utiliza el momento estupendamente).

El problema es que, quizá porque apenas regresamos a reconocer estos elementos olvidados principalmente por el público, Wan baje las manos al final y resuelva todo con los mismos utensilios dramáticos con que se resuelve Poltergeist (EUA, 1982), pero sin la leyenda final tan repetida hoy del choque entre el cementerio indio y la invasiòn occidental que por otro lado da tanto qué pensar. No cuenta con un dilema verdadero a pesar de su gran secuencia exorcista: en 1973 teníamos un debate casi moral entre el Demonio y un sacerdote sin fe, en 2013 tenemos una pelea callejera con un desenlace anticlimático y amoroso que además deja suelto el cabo de la “pérdida de vida” de su cazadora de fantasmas cada vez que “resuelve” un caso.

Reconocido el terror de la primera década de este siglo, los directores tienen que comprender que si de verdad nos vamos a alejar de él tenemos que plantear un compromiso con el público y, en lugar de condicionar tan burdamente sus emociones, entregarle un punto de vista real. Hasta ahora Wan no lo tiene. La esperanza de un mejor terror está por ahora en otro lado.

El conjuro
(The Conjuring, EUA, 2013)
Dirige: James Wan
Actúan: Patrick Wilson, Vera Farmiga, Ron Livingston, Lily Taylor
Guión: Chad Hayes, Carey Hayes
Fotografía: John R. Leonetti
Duración: 112 min.

Comments (9)

  1. Esto de lo paranormal de verdad me aterra, tuve la osadía de ver la película en el cine, con todo y que no aguanto para nada las cintas de este género, me asusté a cada momento como no tienen idea, sin embargo el conjuro me pareció una propuesta potente, asusta en serio y con cosas que son más reales y cercanas al espectador que cualquiera de los filmes de terror producidos en los últimos años.

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  2. En lo personal todo iba bien hasta que te mencionan cual es el motivo de los ataques y peor cuando te presentan a la bruja. En ese momento te cortan la imaginación y te limitan a la imagen de la clásica bruja. Nos hubiera dejado con las manos saliendo del armario y que uno imaginara el resto, y simplemente al final dar la explicación de los hechos como tipo documental. Saludos

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  3. Me parece una excelente pelicula de terror, bien actuada y con los recursos bien utilizados, como pelicula de terror funciona, lo mejor que se ha hecho en muchos años; Excelente, tal vez el final tan abrupto jode un poco, no te deja un momento para tranquilizarte y de pasar de la tensión a la relajación, pero de ahí en más, muy buena pelicula de terror; como pelicula de Festival de Cannes, de Venecia pues sí, e suna porqueria, pero dentro de su genero es chingola, logra lo que se propone ¿o lo van a negar?

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  4. En términos generales concuerdo contigo, buen carni, pero… creo que hay que darle el merito que merece esta película.

    Como bien dices, todos los elementos típicos del cine de terror están ahí; son mostrados sin ninguna clase de remordimiento. Sin embargo, a diferencia del cine de terror chatarra que ocupa tantisimas salas de exhibición, El conjuro, hace un buen uso de esos elementos sin encimarlos y sin hacer que nos traguemos nada más porque si el uso de cámaras y micrófonos. Tampoco es una película que busque atosigar al espectador con un exorcismo extravagante. Desde mi punto de vista, la historia es llevada a su punto climático de buena manera, aunque el desenlace deje una sensación de incompletes. Definitivamente, la perdida de vida de la cazadora de fantasmas en cada caso al que se enfrenta debió abordarse mejor.

    Saludos.

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  5. Definitivamente es de las peliculas de terror que me a tocado ver ultimamente, se me hizo algo asi como Amytiville meets The Exorcist , entretenida, siento que la pelicula cumplio con su cometido.

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    • Exacto. Cuando llevas tiempo leyendo a Erick Estrada sabes que sus críticas suelen llegar a jalar de ambos extremos de la misma cuerda. Aún así, se agradecen estos escritos (un poco tarde del estreno) de su parte, y me da risa estar de acuerdo con todo lo que leo.

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