Una noche loca, crítica

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Una noche loca
Así ni el desmadre sabe
Por Erick Estrada
Cinegarage

La verdad es que a los 10 minutos uno ya echa de menos Animal House (EUA, 1978) y ese retrato fresco por cercano y poco solemne de la vida estudiantil, del desenfreno incorrecto de las fiestas en decadentes y obsoletas fraternidades universitarias. Ahí, en Animal House dos de esas fraternidades servían para metaforizar sobre los antiguos métodos de enseñanza y las reglas con las cuales debían conducirse los estudiantes, y una visión más relajada de ambos, encarnadas (y desmadradas, claro) en el robusto pero juvenil físico de John Belushi.

Era el “We don’t need no education” y el “Hey, teachers… live them kids alone!!” que un año más tarde Pink Floyd tatuaría en una generación en su disco “The Wall”. Era un llamado oportuno a reforzar la brecha generacional abierta 10 años antes para el bien de las diferencias, unos allá y otros acá, relajando a una de las instituciones más lentas para cambiar como lo son las universidades. Un llamado a una generación en formato de comedia desenfrenada.

Lo que tenemos en cambio en “Una noche loca” (a la que por cuestiones elementales nos referiremos por su nombre real, 21 & Over) es en primer lugar un llamado al desmadre superficial que se conduce con las reglas del cine de terror más elemental. El cine de terror funciona bajo el entendimiento de que sus personajes nunca han visto una película de esas. Por ello caminan hacia el ático o el sótano cuando existe una amenaza evidente; por ello usan la ouija en la segunda parte de una saga que en la primera ya había despertado a la maldad con el mismo instrumento; por eso abren una puerta que claramente debe permanecer cerrada, etc.

21 & Over hace lo mismo con su fiesta medio desmadrosa y sin sentido. A pesar de que estos recién estrenados mayores de edad reciben la advertencia de no salir la noche en que uno de ellos cumple 21 años (la edad para beber legalmente en Estados Unidos), deciden hacerlo (¿)ignorando (?) que eso conducirá a una noche más que loca, desatroza, como la película.

Tenemos así un recorrido estilo videojuego por distintas fiestas y situaciones que rozan lo extremo… pero sin caer en él; un paseo por el coqueteo (infaltable) de uno de ellos con la amiga del otro, rozando lo erótico y lo sexual… pero sin llegar a él; ensalzando la importancia que la cultura estudiantil le da a la mayoría de edad primordialmente para beber sin control legalmente… pero sin aportar nada a la película; llegando al juego visual de la escatología en cámara lenta… pero sin provocar siquiera disgusto; planteando una especie de nueva fraternidad más allá de las siglas en griego, encarando a los padres controladores y su poco entendimiento del mundo juvenil, sugiriendo la rebeldía… pero sin concretar y peor aún, sin promoverla.

Animal House era, de entre todo eso, muy rebelde y oportuna, profundamente americana pero igualmente crítica e incluso peligrosamente gamberra. 21 & Over no sabe lo que es eso y, peor aún, resulta profundamente inofensiva. Así ni el desmadre sabe.

Una noche loca
(21 & Over, EUA, 2013)
Dirige: Jon Lucas, Scott Moore
Actúan:  Miles Teller, Justin Chon, Jonathan Keltz, Kylar Astin, Sarah Wright
Guión: Jon Lucas, Scott Moore
Fotografía: Terry Stacey
Duración: 93 min.

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