Hace exactamente 50 años, el 28 de marzo de 1963, se estrenaba en el RKO Palace de Nueva York una película más de Alfred Hitchcock que cambiaría al cine para siempre: Los pájaros. La situación no era cómoda pues era la película siguiente del director después de la exitosa Psicosis y al contrario de aquella (que había contado con un presupuesto limitado), esta había resultado algo cara.
Las razones se ven incluso ahora. Era una película que debido a su historia requería de muchos más escenarios y sobre todo efectos especiales. Estos, al lado del para entonces vanguardista tratamiento musical que le dio Bernard Herrmann (efectos y ruidos electrónicos que simulaban a las aves en un asesino frenesí) elevaron los números y con ello las expectativas alrededor del filme.
El resultado, se crea o no, no fue satisfactorio, La crítica la recibió con comentarios divididos pero inclinados hacia la calificación negativa, obviando no solamente los matices y las lecturas de la película, sino el parteaguas que estableció para el cine de desastres, para el cine de terror y claro, para el propio drama. Hoy, cualquier película apocalíptica, de terror o de ataques animales debe tenerla como referencia o fracasará en su intento y cualquier película de terror o apocalíptica debe explorar su desenlce para poder darse a sí misma sustento y razón.
Hoy, sin duda alguna, esta historia inspirada en el cuento de Daphne Du Maurier y convertida en un avasallador filme de terror casi sobrenatural, es una experiencia aún intensa, especialmente si se le ve en una pantalla de cine. A manera de celebración les dejamos el story board que planea (porque Hitchcok planeba muy bien estas cosas) una de las escenas cumbres de la historia, aquella en la que los niños de la ecuela primaria de Bodega Bay deben abandonar su escuela para escapar de los pájaros que se reúnen en el jardín. Los dibujos fueron publicados hoy por el British Film Institute.
Se trata, entre muchas otras cosas, de una de las mejores escenas de ataque en la historia del cine, con los planos mejor elegidos y en consecuencia, una que entrega los mejores resultados. Los dibujos, precisos, son el mejor ejemplo del trabajo en cámara de este gran director. Feliz cumpleaños a Los pájaros. Después de ver los dibujos pueden salir a alimentar a las palomas.
