Los juegos del destino, crítica

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Los juegos del destino
La comedia oportuna
Por Erick Estrada
Cinegarage

David O. Russell es un director astuto. Consigue siempre que sus películas, a veces más cercanas al drama, otras severas comedias (frecuentemente en la misma historia) hablen más de lo que quisiéramos de nostros mismos y siempre lo hagan en el momento adecuado. El ejemplo más reciente es quizá El peleador (EUA, 2010), su película anterior, que retrataba la historia de un boxeador con la carrera trunca que se empeña en entrenar a su medio hermano y sacarlo de la ciudad en la que viven, decadente, vacía y sin esperanza. Esta historia fue contada en medio de una crisis financiera mundial que en esos años le mostraba a los Estados Unidos las flaquezas del imperio.

Los juegos del destino es en primer lugar una pésima traducción del nombre original de la nueva película de Russell, Silver Linings Playbook, que hace referencia a las líneas plateadas que dibuja la luz del Sol alrededor de las nubes negras de tormenta (silver linings) y que se usa, precisamente, para comunicar la idea de ver siempre algo bueno ante una amenaza inminente.

Silver Linings Playbook es después un paseo por las habitaciones de una familia completamente disfuncional pero eficiente en el día a día. Pat, el padre (Robert De Niro), es obsesivo compulsivo y adicto a las apuestas. Pat, el hijo (Bradley Cooper), es bipolar y con serios problemas que evitan que pueda controlar su furia. Y sin embargo la madre (Jacki Weaver) es la más cuerda y a través de ella la familia consigue sobrevivirse. Pat hijo acaba de salir del hospital mental en que se encontraba recluido y el regreso al mundo no resulta sencillo, especialmente cuando sabe que su estado le prohibe confundir, como le ha pasado tantas veces, locura y razón.

El tono que Russell establece para arrancar es una especie de comedia oscura y casi amarga en la que la ambigüedad retrata perfectamente la sensación de Pat hijo: dubitativo, confundido y dependiente de los medicamentos. En medio de esa agridulce combinación aparece Tiffany, una mujer viuda que a fuerza de establecer sus propias obsesiones y adicciones sociales (sexo ocasional a manera de venganza pero también como auto castigo), lo enfrenta y lo auxilia en el tránsito hacia una vida menos de locura y más de razón.

Cierto, los ingredientes convierten a Silver Linings Playbook en una comedia romántica, pero se trata de una que está oculta detrás de una tormenta, materializada aquí en el Estados Unidos en que Russell acomoda a sus personajes: también es el país de la crisis, con un sistema que le niega a sus ciudadanos un seguro médico público y que se rehúsa sistemáticamente a sumarle el tratamiento psiquiátrico. De ahí que los personajes estén afectados mentalmente y vivan en Filadeflia, una de las ciudades más violentas del mundo.

Ahí la película es completamente efectiva e incluso desafía las convenciones de la comedia romántica que muchas veces opta más por el enamoramiento de la chica alocada y sin frenos, y pocas veces les ofrece a los personajes la oportunidad de ayudarse unos a otros, ya sea con catarsis simples pero efectivas como la afición al futbol y a (en este caso) las Águilas de Filadelfia -un personaje casi oculto en la película-. Señala también con diálogos certeros y situaciones al borde del descontrol los peligros de la corrección política, la gravedad de la falsa felicidad y a veces se acerca al pesimismo y desencanto de cintas que hablan de cosas muy parecidas pero que hoy son recordadas por otras características. Piensen aquí en Fiebre de sábado por la noche (EUA, 1977)y la frontera difusa que confunde a sus personajes presentando escapes donde ellos buscan futuro.

Sin embargo, hacia el final, cuando todo apunta precisamente al significado de su nombre original, cuando Russell ha conseguido hacernos pensar en un sano regreso a lo simple, su comedia romántica musculosa y oscuramete juguetona opta por la salida más cercana a las reglas de las que había escapado antes y queda sustentada solamente en sus actores y en el control del director sobre ellos. Oportuna y eficaz pero al final suelta el veneno fuera de la herida.

Los juegos del destino
(Silver Linings Playbook, EUA, 2012)
Dirige: David O. Russell
Actúan: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver
Guión: David O. Russell
Fotografía: Masanobu Takayanagi
Duración: 122 min.

Comments (7)

  1. Excelente melodrama, al comienzo de esta, se disfruta muchísimo las actuaciones de todos,( ella no es para un oscar aclaro) retratan de manera estupenda la enfermedad de la neurosis que vive en cada personaje, y como se necesitan dos para sanarse, super recomendable, buenisisma

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  2. Pues a mí tampoco me gustó la película, yo esperaba una actuación impresionante, y solo se quedó en buena, Jennifer L es una chica linda, simpática y actuó bien el papel, pero nada sobresaliente como para un Oscar y la película como bien cita Aleida, te podías dormir despestar y seguir el hilo, el final absolutamente predecible y aburrido…

    Lo diferente, rescatable? Encontrarle el lado divertido a la vida de un bipolar y una obsesivo-compulsiva y parte juntos! algo que en la vida real dificilmente se podría dar…

    Quizas fué porque entré con muchas expectativas por ser ganadora de un oscar a mejor actriz principal; para mi fué una grandiosa X.

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  3. No creo que la traducción sea tan mala ya que “Silver Linings Playbook” se refiere al libro de diagramas que un coordinador (ofensivo/defensivo) de Football utiliza para ordenar y dirigir las jugadas de un equipo.

    Mientras los jugadores están representados con un circulo (o) o una equis (x) las “lineas plateadas” trazan el recorrido imaginario (invisible) que cada uno debe realizar – El poster que divide el rostro de los actores lo deja muy claro- En la película, estas lineas representan la forma en que todos los personajes intentan darle sentido a los hechos de sus respectivos presentes, la cual, sobre decir que no es lógica sino basada la idea de la suerte -las apuestas de De Niro- o destino – el pasado trágico o desafortunado que podría haber conducido a Lawrence y a Cooper a conocerse- entre otros.

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  4. Acabo de salir del cine..necesito hacer catarsis.
    ¡Dios mío, que BASURA.!!!, es una de las peores películas que he visto en esta temporada y no entiendo porqué diablos le dieron el Oscar a Jennifer Lawrence.

    No estoy acostumbrada a las comedias gringas, pero esto ni es Chick flick, ni nada. Son películas que yo catalogo como de ADO: las ves en el autobús de viaje, te puedes domir, despertar y no pasa nada. Robert de Niro es lo rescatable pero no puede salvarse su actuación porque no le crees nada de ser apostador empedernido.

    El final es absolutamente predecible.

    Lamento haber perdido 122 minutos de mi valiosa existencia.

    Nada que ver con lo de una familia disfuncional como la de Belleza Americana por ejemplo.
    El mejor retratista de familias locas es Woody Allen.
    Me quedo con las comedias románticas de Catherine Hepburn, Spencer Tracy, Clark Gable, y puede que hasta una de Meg Ryan.

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  5. Esta pelucula la ssifri mas que disfrutarla, dificilmente se le puede llamar comedia a algo tan agobiane.. El final como bien lo dice JUAN, no es el sensato. AFORTUNADAMENTE, sino la osscuridad hubiera continuado. En rrelacion a la descripcion de la pelicula., debo hacer dos comenttarios, la mamá es una enferma tambien ya que solo eestando enferma hubiera permanecido en eesa locura de familia. El otro sadico hijo de la familia es otro enfermo funcional ya que genera dinero . Lo ùnico rescatable para mi fue que ttuvo al final un momentio de lucidez en el quue agradece ser quuerido y aguantado por los demas.

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  6. A mí la película me gustó ENORMIDADES. La película es una comedia romántica poco convencional, con maravillosas actuaciones. Bradley Cooper muy bien, Robert De Niro ya tenía un rato sin convencerme con sus actuaciones y acá está genial. Y Jennifer Lawrence, además de ser una hermosura, es encantadora y despliega su actuación soberbiamente.

    Lo que no me convence del todo es el final. No va acorde con el resto de la película, pero creo que a casi todo mundo le siguen gustando este tipo de desenlaces. A mí en lo particular, no me molestó en demasía. Además no es TAN precedible como suele ser en este tipo de películas.

    Sin duda una NOTABLE mejora en relación con las comedias románticas de siempre.

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