Ray Davies, Imaginary Man
La balada del incógnito
Por Erick Estrada
Cinegarage
“Hay una enorme ventaja en ser yo” dice Ray Davies a la mitad de este documental, “nadie se da cuenta que lo soy, puedo pasar de incógnito siempre que quiera, nadie me reconoce”. Y al sumar eso con la clausura de la misma película, con Davies cantando “Imaginary Man”, la frase “It’s really been quite a trip” toma un sentido mayor al que originalmente tenía este documental dirigido por el disparejo Julien Temple.
Es sí, un retrato del líder de The Kinks y es sí, una larga lista de declaraciones que, en su voz, en su tono, en su despreocupación y en su comodidad como incógnito, terminan por generar cariño. Ahí está un artista, un retratista del día a día británico, feliz, viviendo en Londres (“a pesar de que se ha llenado de tanta escoria, mira eso” dice señalando a un grupo de policías del otro lado del puente) y gozando de él mismo, que es precisamente lo que Temple quiere.
Y todo se desdobla en lo que de entrada se piensa es falta de rumbo pero que a muy poco de empezar se manifiesta como un mosaico. Todo se desdobla para dejar de ser el retrato de Davies (humoroso, amoroso, musical y casi loco), para convertirse en un retrato de cómo los sesenta consiguieron ser lo que fueron.
La invasión británica (de la que él mismo formó parte), la moda, las calles, las canciones. Más que contar su vida, Davies, incitado por las preguntas que se dirigen hacia él (y que nunca escuchamos), retrata desde sus ojos a toda una generación, y eso hace que el documental adquiera calidez y provoque casi ternura, eso sí, sin complacencias ni trucos baratos.
Imaginary Man, el documental realizado para la BBC es, sin pretensiones, un viaje grato y sensible, casi de bajo perfil, como el hombre imaginario que narra todo a través de sus grandes baladas y añoranzas por los salones de baile, un obligado para quienes conocen a The Kinks o para quienes se interesen en la mirada desenfadada del incógnito casi loco que es Ray Davies.
Ray Davies Imaginary Man
(Reino Unido, 2010)
Dirige: Julien Temple
Con: Ray Davies
Guión: Julien Temple
Fotografía: Stephen Organ
Duración: 78 min.