Rush pasión y gloria, crítica

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Rush
Apolo vs Dionisios
Por Erick Estrada
Cinegarage

Cuando los hermanos Wachowski decidieron descomprimir el tiempo en el bullet time para mostrar las habilidades de su héroe Neo en The Matrix (EUA-Australia, 1999) no solamente reorganizaron la micro narrativa del cine de acción incorporando trucos del cine de artes marciales -al que le gusta auto describirse en detalle-, sino que le dieron a su película un carácter que a la fecha es ya un sello completamente distinguible.

Ahora, con la fotografía que Anthony Dod Mantle expone en Rush (subtitulada como “Pasión y gloria”), el cine de deportes puede adjudicarse un logro similar que bien podría llamarse F1 time: la descomposición en múltiples encuadres de la sensación interna del corredor de autos, a través de la descripción visual en close ups extremos y numerosas texturas de todo lo que lo acompaña en las pistas de carreras.

La necesidad de un esfuerzo así no era menor. Más que describir (con emoción o sin ella) la rivalidad deportiva y a veces enfermiza entre Nikki Lauda y James Hunt -ambos corredores de Fórmula 1- a Ron Howard y a su guionista Peter Morgan (Frost/Nixon, El último rey de Escocia) les interesaba el interior de ambos personajes para desde él comprender antes que exhibir la necesidad que ambos tenían de competir con el otro.

El resultado es intenso. Ante la historia de estos dos polos atraídos de manera irremediable y desde sus dos puntos de vista, Rush se les mete al corazón y dejamos de ver lo que en un principio se saboreaba como un Rocky (EUA, 1976) a 200 kilómetros por hora para elaborar una narración todavía más profunda.

Antes que la exhibición de un deporte tan estático para el cine como son las carreras de autos, Rush es más bien la lucha de Dionisios contra Apolo, del hombre enamorado de su deporte enfrentado al que lo usa como proyección de sus ideas; el hombre que vive el momento y la proximidad con la muerte (a través de lo cual se acerca a la figura del rock star) contra aquél que mide y explora ventajas y desventajas. Rush es más la lucha del ego contra el cerebro que una serie de enfrentamientos en busca de un trofeo.

El guión matiza y explora a sus personajes y, lo mejor de todo, expone cerebralmente ventajas y desventajas de ambos para luego enfrentarlas a la narración más emocional y pasional del F1 time. La película montada así, como los personajes que contiene, se vuelve entonces redonda y propositiva, un poco obvia pero aleccionadora.

Cintas más memorables ya se habían dejado ir a las entrañas del deporte y quizá la que mejor venga al caso mencionar ahora sea Un domingo cualquiera (EUA, 1999) de Oliver Stone y justo de ella Rush rescata las cerezas del pastel: la interiorización en los personajes a través de un original montaje visual de su mundo a 200 kilómetros por hora, y la poderosa música que se empata con el rugir de los motores. Mientras lo hace, afortunadamente se aleja de Sena (Reino Unido-Francia, 2012) y su sentimentalismo morboso.

Sumen a Olivia Wilde, Chris Hemsworth y Daniel Brūhl todos muy en personaje y la mesa está servida.

En esta nueva aventura en la que Jekyll y Mr. Hyde ocupan cuerpos distintos, en la que las entrañas chocan con la razón, hay todavía un sello que adorna el cierre. El corazón se lleva las palmas, la fama, el lujo y el back stage, Mr. Hyde se convierte en un vikingo que vive el hoy para hoy. Enfrente queda un Jekyll calculador y castigado, despreciado por casi todos. Uno es la luz de los reflectores y el otro quizá una figura adelantada a su época y por ello oscurecida en su presente: el Lauda que al exponer sus ultra racionales cálculos probablemente peleó como nadie por los derechos de los deportistas de alto rendimiento frente a intereses millonarios y despersonalizados.

No se puede pedir mucho más en un drama vertiginoso. Solamente que, al darnos cuenta de todo lo que ha pasado, veremos que aquí no hay villanos. Eso pasa en muy pocas ocasiones.

Rush: pasión y gloria
(Rush, EUA-Alemania-Reino Unido, 2013)
Dirige: Ron Howard
Actúan: Natalie Dormer, Chris Hemsworth, Olivia Wilde, Daniel Brühl
Guión: Peter Morgan
Fotografía: Anthony Dod Mantle
Duración: 123 min.

Comments (2)

  1. Parrish Velasco Rod. · Edit

    Acabo de ver “Senna” y me conmovio mas a alla del sentimentalismo morbo, por fin pude conocer una leyenda del Automovilismo. Ya no me es incomprendible el sentimiento de Elo C. al ganar la indys 500. Conocer a pilotos emblemáticos vistos tan humanos a la distancia como el genial Alan Pros y saber de los comienzos de las generaciones futuras como Schumacher y Barrichello. Es el tipo de película/documental que te hace querer más y saber, sobre las carreras, más allá de la fama y el glamour que seguramente es lo que veré en RUSH. De cualquier forma. Ambas serían buenas opciones para disfrutarse. Calificacionnnnnnnn!!!
    Senna 8.5
    RUSH 7.0 (sin ver) ¡saludos! =)

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  2. Yo no tuve acceso donde vivo a la película de la semana. Acá, creo yo que Rush fue el estreno más interesante de la semana pasada. Me parece triste que nadie comente aquí sobre esta película, eso habla de que quizás casi nadie la ha visto.

    Me gustó, a pesar de no ser fan del automovilismo. Daniel Brühl me parece excelente actor (lo conozco de Inglorious Basterds y de Good bye Lenin) y en Rush está fenomenal. El resto del elenco está muy bien también.

    Mi reseña está en mi sitio, ojalá se puedan dar una vuelta.
    Saludos

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