Mosca, crítica

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Mosca
El tiempo y la ausencia
Por Erick Estrada
Cinegarage

Nos acercamos a Oscar, un personaje que a lo largo de este extravagante documental se dibujará a sí mismo como un entusiasta de la vida pero golpeado por la muerte; como un hombre festivo primero y después completamente infernal, hundido en los círculos de su propio purgatorio. El inicio de Mosca está sembrado de dudas.

Oscar se sube a su taxi. Recién conocimos a sus hijas y a su padres, que soportan la parte de fracaso de la vida de su hijo: vive con ellos. El rumbo no es fijo y la dirección del documental al principio tampoco lo es. Se llena uno de preguntas y el documental nos golpea con la estética, bien de un trabajo profundamente independiente o de uno de muy bajo perfil o quizá de uno arriesgado y demandante: encuadres desmadrados que sin embargo comunican la desorganización de este hombre al que le falta una parte de sí mismo; escenarios entilichados como los malestares de esta micro familia, tácitos y en cajas pero que representan peso en el ático; cabellos desordenados que van desde los nudos de siestas intensas y casi permanentes del taxista nocturno, hasta los que dejan ver ya la identidad de la hija mayor.

A fuerza de insistir de parte de Bulmaro Osornio, de hablar con ellos en esta aparente desorganización, es que surgen las respuestas y aparece la brújula. El tiempo ha pasado y Oscar ha perdido a su mujer y desde ahí veremos su vida juvenil en perspectiva con la actual, reflejada en la adolescencia de su hija mayor y en la candidez de la menor. Sólo así se disculpa un arranque tan prolongado y tan perdido de rumbo. Una vez que eso se supera el documental habla de espacios, de si el tiempo nos hace mejores o peores, o si escoge a quién le da qué.

En esa estética tan abigarrada de los suburbios apocalípticos de la Ciudad de México no se sabe a veces si vemos el esqueleto de una vida plena o a un personaje que se derrumba en sus paseos entre sueño y vigilia y de vuelta al sueño. Oscar habla de los sueños con su esposa muerta pero disfruta los momentos despiertos con sus hijas. El misterio vuelve y el circuito vigilia-sueño aparece otra vez.

La gran ventaja de este trabajo de exploración (que no es un documental en toda forma) es que las conclusiones sobre si se trata de uno o del otro (el hombre feliz o el infeliz) quedan a nuestra elección. Osornio nos da los elementos y nosotros decidimos de qué lado se acomoda la balanza. Su hija mayor lo describe hacia el final con palabras directas para ella aunque ambiguas para nosotros: “se quedó ahí, se quiso quedar ahí” y nosotros, testigos de estos tiliches polvosos debemos decidir si se quedó para bien o para mal, porque lo que se nos deja claro es que el tiempo no perdona, ya sea pasado, presente o futuro.

Mosca, la película, es una exploración, una intromisión, una lectura inteligente, un ojo punzante sin veneno, ese podemos ponerlo nosotros… quien se atreva.

Mosca
(México, 2011)
Dirige: Bulmaro Osornio
Con: Oscar Torres Lara, Mitzi Torres Morales, Teresa Torres Morales
Guión: Bulmaro Osornio
Fotografía: Gerardo Barroso, Bulmaro Osornio
Duración: 97 min.

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