Un método peligroso, película de la semana

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Un método peligroso
El big-bang psicoanalítico
Por Erick Estrada
Cinegarage

Psicoanálisis. Se trata de encontrar fantasmas y dejarlos colgados a la vista de todos. Pero muy pronto el psicoanálisis encuentra en un giro de esquina una propuesta irreverente más que contradictoria, y los fantasmas que estaban acomodados a la vista de todos, de repente, quieren volar. Dos métodos de entendimiento de la psique humana encerrados en dos cabezas que revolucionaron la manera en que el hombre se veía y se entendía a sí mismo. El duelo intelectual entre Carl Jung y Sigmund Freud es desde la perspectiva real un drama intenso y, para los interesados en el tema, apasionante. Uno, Freud, quiere encontrar los fantasmas. El otro, Jung, quiere decirles a dónde tienen que volar.

Ese choque es el núcleo de una película que en apariencia no le pertenecería a David Cronenberg, adicto a universos más viscosos y extravagantes. Y sin embargo, los temas sexuales, las secreciones de los personajes, lo escandaloso de sus enredos, la luz que despidió este big-bang psicoanalítico, fue puesto en el encuadre por un Cronenberg que comprendió a la perfección el momento histórico y la situación geográfica donde todo esto ocurrió.

Apoyado en el magnífico guión de Christopher Hampton -(Relaciones peligrosas, Atonement, El secreto de Mary Reillly, Eclipse en el corazón) experto en la exploración de ansias autodestructivas, de impulsos que el propio Freud calificaría de oscuros- David Cronenberg elabora un discurso visual muy pulido, una composición del encuadre luminosa y cercana a lo clásico, ambientes prístinos y llenos de luces. Lo hace porque de esa manera, la oscuridad y lo violento de los impulsos de sus personajes (su especialidad) se verán subrayados, se notarán más peligrosos y acaso fuera de tono. Las sociedades y los países que originaron al psicoanálisis a comienzos del siglo XX eran así y Cronenberg juega con esa doble moral de la época, que pugnaba por la civilización y la razón pero que ejercitaba tantos “pecados” como ideas se puedan tener. Acaso ahora sólo Michael Haneke juega con ese discurso; él, conocedor como pocos de lo que se oculta en los sótanos hipócritas de países que se dicen poseedores de la civilización.

Detrás de ello, quizá lo mejor de la película. Una historia de amor enfermizo en medio de mentes brillantes (mentes que realmente existieron, la especialidad del guionista Hampton); un drama que envuelve fetiches sexuales y gustos perversos; la aparición del inmortal Otto Gross padre de la contracultura, anarquista y detonador –quizá- del choque final entre Freud y Jung (un toque de elegancia que oscurece el tono pero no el encuadre de Cronenberg); los psicoanalistas que ven en las descripciones de sus pacientes las mismas sombras que los atormentan a ellos, la proyección del doctor en los fantasmas del paciente; una exploración violentamente contenida de lo humano, de lo básico que es lo humano.

Una dirección de actores precisa y afilada (Keira Knightley justa y encendida, Michael Fassbender gélidamente omnipresente, Viggo Mortensen con mirada de dragón); mensajes visuales provocadores (enorme el juego en el que Cronenberg uniforma a sus psicoanalistas pero los diferencia con detalles como corbatas o sombreros diferentes); las pulsiones enfrentadas y los matices de sus personajes; el sexo omnipresente (Jung y Sabina Spielrein recostados en el bote del primero, enorme figura vaginal que los cobija); la contracultura seminal casi tangencial pero determinante (“no reprimas nada” le gruñe Gross a Jung); todo rodea a la exploración de estos personajes que a nada de comenzar la película se convierten en nosotros. Todo es una exploración de lo humano y nosotros, recuérdenlo, somos y seremos siempre seres humanos. Un método peligroso, sin duda.

Un método peligroso
(A Dangerous Method, Reino Unido-Alemania-Canadá-Suiza, 2011)
Dirige: David Cronenberg
Actúan: Keira Knightley, Michael Fassbender, Viggo Mortensen, Vincent Cassel
Guión: Christopher Hampton
Fotografía: Peter Suschitzky
Duración: 99 min.

Comments (9)

  1. de verdad les gusto???? yo la vi hace como dos meses, pense que me iba a gustar porque generalmente AMO este tipo de pelìculas pero como dicen arriba fue aburridisima, nunca paso nada……….. al principio muy buena la actuacion de Keira pero luego se vuelve toda sosa y flojona……… a mi me dejo decepcionada!

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  2. Gran pelicula como todo lo que hace el maestro Cronenberg, Keira Knightley sorprende con su actuación en un papel totalmente diferente de lo que había hecho hasta ahora, de los demás actores ni hablar todos unos grandes de la actuación. Lo unico malo es que este tipo de peliculas tan buenas nos lleguen tan tarde y tengamos que esperar un año o más inclusive cuando ya han salido en DVD para poder verlas en cine, no se vale sobre todo cuando nos llenan la cartelera de pesimas peliculas solo por ser comerciales como Madagascar que lastima.

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  3. Es una buena película. Coincido en que no cumple las expectativas y en que no se debe caer en el fanatismo de ver todo pefecto por la fama que precede al director, pero tampoco en la crítica pueril de que todo está mal. Las actuaciones son soberbias. Los diálogos, muy buenos. Algunas metáforas, interesantes; aunque varias son muy evidentes o comunes, lo que les quita valor. La fotografía no me gustó por inconsistente: Buenas y malas tomas y, sobretodo, mal uso de la iluminacion natural. Las escenas donde están sentados fuera del apartamento de Sabina, quedó pésima. Parece un collage mal recortado y dudo mucho que esa haya sido la idea del fotógafo e iluminador, menos del director.

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  4. Totalmente en desacuerdo, una película mal llevada y al final un poco cansada. La actriz deja mucho que desear y no parece nunca lo que es. Los “duelos” como los llamas, quedan de lado y dejan de ser por mucho la parte fundamental de la película. Tal vez sea la película de la semana si la comparas con madagascar 3.

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