Poder sin límites

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Poder sin límites
La crónica del Gran Hermano
Por Erick Estrada
Cinegarage

Preguntarte “¿qué harías?” probablemente no sea lo mejor que puedas hacer pues, de ser sinceros como deberíamos serlo, al contar con una capacidad extra a las que ya tenemos, casi todos los seres humanos de este planeta irían por la revancha ante alguien o ante algo. El tino de una película como Poder sin límites es hablar de cosas mucho más comunes en el lenguaje del cine de lo fantástico.

Tres chicos con personalidades distintas e incluso contrarias se ven hermanados al adquirir involuntariamente la capacidad de la telequinesis y tras dominarla los convierte en algo menos que invencibles, como cuando en la adolescencia uno se da cuenta que se pueden tener ideas propias y nos invade la sensación de que todo lo podemos.

El acierto se afina cuando descubrimos poco a poco y a través de la crónica visual que propone el nombre en inglés, que uno de ellos llevará esa sensación de invencibilidad a donde muchos lo harían en primera instancia. Siendo víctima de bullying y de maltratos en su casa, uno de estos chicos tomará el papel no de justiciero como él mismo se ve, sino de vengador rencoroso, del que hace pagar a los demás lo obtuso de la sociedad occidental.

La situación se pone mucho más interesante cuando después de ver desplegadas estas armas, Josh Trank y Max Landis -director y guionista respectivamente- recrean en el ya mencionado lenguaje de lo fantástico (un trío de chicos invencibles) dos traumas desgraciadamente comunes en la sociedad estudiantil de los Estados Unidos. Primero el abuso escolar, después la venganza de los desorientados: la grabación del video, la exposición de sus razones, la balacera en el campus, las granadas en los centros comerciales. Algo que Carrie (EUA, 1976) insinuó también pero en el género del terror. Chronicle adquiere entonces un tono casi didáctico pero enfocado por supuesto al cine de entretenimiento y entonces hay que agradecer dos cosas más.

La primera son sus efectos especiales, más de la mitad de lo efectivo en esta argamasa del cine industrial. De no contar con el mínimo de efectos digitales que presentan, las carcajadas invadirían la sala. La segunda, la casi atrevida revisión del gastadísimo recurso del material en video reacomodado para contar la historia. Separándose casi inconcientemente de la parálisis de las actividades paranormales y sus miles de imitadores, Chronicle incluso deja patente lo enfermizo de la omnipresencia de cámaras en la vida cotidiana. La secuencia de la Aguja espacial (todo ocurre en Seattle) en la que las tomas se multiplican gracias a la telequinesis de uno de los personajes no solo hacen de ella algo más vívido e intenso (algo de lo que se carece en este formato que niega el montaje), sino que sin querer, hablan, ejercitan y critican la figura del Gran Hermano que todo lo ve. ¿Cómo lo consiguen? Desde el inicio vamos descubriendo que la crónica se hace a partir de varias cámaras, videos que se reunen aquí inmaterialmente en una mente que todo lo ve, nosotros en este caso.

Las fallas sin embargo, son evidentes. Primero, el formato que estuvo a punto de revolucionar le resta poder de comunicación en una historia que si se hubiera narrado con un lenguaje real y un montaje elemental resultaría no sólo más impactante sino más emocionante y por supuesto más profunda en los temas del abuso, de las venganzas suicidas y de la vigilancia al extremo. Queda aquí patente que contar historias con una sola cámara (a pesar de algunos atrevimientos que se permiten) es ya caduco e incluso irresponsable. Segundo, herencia de ese problema hay secuencias que aún en el tono del cine de lo fantástico resultan inevrosímiles, difíciles de aceptar y en consecuencia sobran del todo.

Al verla no debes preguntarte qué harías, sino qué han hecho otros. Otros han hecho lo mismo que se ve en esta película, pero en el mundo real… y tú lo has visto en la tele registrado por varias cámaras.

Poder sin límites
(Chronicle, Reino Unido-EUA, 2012)
Dirige: Josh Trank
Actúan: Dane Deehan, Alex Russell, Michael B. Jordan, Anna Wood
Guión: Max Landis
Fotografía: Matthew Jensen
Duración: 84 min.

Comments (8)

  1. Personajes super entrañables, encerio temía por lo que les pudiera suceder y este nuevo avance en el cine estilo documental falso, es mucho mas cine!

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  2. Wow, la vi ayer y me pareció genial, ya era hora de darle otro tono a estos falsos.documentales, y de agregarle ese ingrediente extra que le da el sabor a las grandes películas… un guión. Los efectos están bien, el ritmo es eficaz, y sobre todo los 3 personajes principales son entrañables. Me parece una gran opción para ir a ver al cine.

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